el segundo tango al coro de Zamora, al que le han dado un toquecito,
que ha puesto de manifiesto la enorme rivalidad existente entre ambas
agrupaciones.
Divertida presentación que ha precedido a un tango dedicado a las viejas leyendas del Carnaval, como Fletilla o Cañamaque. En el segundo, tocan un tema sensible, dedicándoselo a Kiko Zamora, al que no deja en demasiado buen lugar y al que le declara “su más sincera enemistad”.
Los cuplés, para un misionero en el Congo y para las cosas que tienen que oír en el confesionario.
Muy bien el popurrit, lleno de fuerza y potencia, como suele ser habitual en esta agrupación.