ninguna) gloria, convirtiéndose en una de las de menor nivel que ha
pisado el Falla en lo que va de Concurso.
No hay que confundir cantar en tonos altos con chillar. Y precisamente esto último es lo que hacen estos comparsistas, hasta el punto de que por momentos es difícil diferenciar si estamos escuchando una agrupación o la matanza de un cochinillo.
Letras que no dicen nada, música insulsa y estridencia a más no poder son los únicos elementos que se pueden resaltar de este aburrida agrupación, cuya única virtud es el tipo, que resulta bonito, aunque no se sepa de qué van.