años sobre las tablas y han demostrado una vez más que la experiencia
es un grado y que cuando están en el escenario, son los amos.
“Yo soy de Cádiz y tengo este arte, pa que voy a estudia”, declaración de intenciones en la presentación. Toque de atención sobre las obras previstas en Cádiz, que no evitarán que se sigan yendo gaditanos a Castellón “resulta un placer explicar la ruta del Cádiz virtual”. En el segundo, explica un padre a su hijo que acaba de cumplir los 18, que hay que saber diferenciar lo que prometen los políticos de la realidad “no te olvides que en caperucita, la abuelita era el lobo”.
A las plagas de insectos y al patriotismo de la Familia Real han ido dedicados los cuplés, que han gustado y arrancado carcajadas.
La vueltecita propiamente dicha ha llegado en el popurrit, con un recorrido por las zonas más típicas de la ciudad bajo los sones de la música.
Pero sobre todo, un dominio de la escena fuera de serie, un control absoluto de los tiempos y una naturalidad que pone de manifiesto que son unos de los más grandes, si no los que más, desde hace un cuarto de siglo, lo que no es moco de pavo.