dejando un magnífico sabor de boca y consiguiendo que el público ría y
aplauda con ganas, que al fin y al cabo es de lo que se trata.
“Y me dice: ese tío es inmortal”, buen comienzo para un repertorio divertido y que incluso ha mejorado el de preliminares, demostrando que la buena sensación que causaron no fue flor de un día y que tenían buenas letras guardadas en el zurrón.
Crítica dura a la comercialización del día de San Valentín en el primer pasodoble y reivindicación de las demostraciones de amor durante todo el año: “te quiero y no me importa el día, el momento ni el lugar, que me faltan días del año para decirte que te amo”.
En el segundo, se quejan con amargura del estado del medioambiente en el Campo de Gibraltar, a pesar de que la industria les haya llevado a mejorar su economía “Amigo, el dinero tiene un precio que tenemos que pagar, y nos tapan la boca con dinero envenenado por la industria”.
Los cuplés, que deben ser uno de los platos fuertes de las chirigotas, han estado muy bien. En el primero nos cuentan sus peripecias al llegar por la noche a casa y encontrarse a otro en su cuarto, mientras que en el segundo hablan de la utilidad de su poco limpia suegra para ir a la playa.
En el popurrit, nos han contado como es un día normal en sus vidas, desde que se levantan y se toman un Barceló con coca cola hasta que acaban en la consulta del médico.
Agradable chirigota, que ha interpretado sus coplas frente a un público más numeroso que generoso.