La presentación, así como todo el repertorio, ha ido muy bien cantada,
con el grupo claramente por encima de un pobre repertorio. El primer
pasodoble ha ido dedicado a Juan Carlos Aragón. “Te entrego mis versos como lo hicieran tus parias”, bonito detalle y bonita la música de la composición. El segundo pasodoble ha sido cantado desde la visión de un anciano de 82 años que cuenta la historia de torturas y fusilamiento de su hermano, que era comunista. El primer cuplé se ve que lo han metido hace bastante tiempo porque menciona a Lucas Lobos. Mejor ni mencionar el final, pésimo, pero mejor que el segundo por increíble que parezca. El popurrí va muy bien cantado, pero se hace monótono. “Dicen que la vida es sueño y los sueños son nuestro son”… y sueño tiene el público que no es conocido de la comparsa, porque ese se ha puesto en pie al final. Mucho que mejorar, pero con buena materia prima para hacerlo la que tiene esta comparsa conileña.
Comparsa con club de fans
La comparsa de Conil levanta a un gran sector del público, evidentemente conocidos o familiares
Por Álvaro Geneiro , 0:00 h.