público que ha quedado en el Teatro tras la actuación de la comparsa de
Aragón. Flojita flojita ha estado la cosa para ellos.
Tampoco han ofrecido estos chirigoteros demasiado a los presentes. Bien de voces, eso sí, pero muy cortos de letras y músicas, y con un claro abuso de lo malsonante y lo chabacano.
Aceptable presentación, soportables los pasodobles, muy endebles los cuplés y aburrido el popurrit, que se hace largo a cualquier hora y más a ésta.
En cualquier caso, hay que agradecerles a estos caipiriñas el esfuerzo realizado, ya que es duro cerrar una sesión después de un plato fuerte y encima tener que volverte a Sevilla con la fría acogida que han recibido.