P uede decirse que José María García, más conocido en el Concurso como Joselito, por su papel del pasado año en ‘Si Emilio hablara…’, es un novato en esto del arte de los dos palos. Su trayectoria podría haber empezado en la modalidad hace ahora diez años, pero entonces alguien no le permitió ni siquiera hacer la prueba para salir como componente en un cuarteto. «Ni siquiera me dejaron hacer la prueba porque preguntaron si había salido antes en la modalidad y yo contesté que no», asegura Joselito, que no quiere desvelar el nombre de esta persona, ahora amigo del cuartetero. Sin embargo, la suerte cambió hace tan solo tres años, cuando probó las tablas del gran Teatro Falla con ‘Cuarteto milenio’, donde compartió grupo con Francisco Javier Aguilera, ahora autor de ‘Los tuyos’, y con el que solo consiguieron llegar hasta los cuartos de Final.
Fue entonces cuando se abrió una nueva etapa para estos dos integrantes. El año pasado, con ‘Si Emilio hablara…’ dieron la sorpresa de la modalidad y se colaron por primera vez en la Gran Final del Falla, alzándose con el tercer premio del Carnaval 2011. Y cuando todo parecía haber sido fruto de la casualidad, aparecieron en escena hace unas semanas con una nueva apuesta, ‘Los tuyos’, que ha vuelto a calar entre los aficionados y, a priori, ha cumplido con el objetivo que se habían marcado para este año: las semifinales. «A partir de aquí, todo lo que venga, bueno es», asegura el intérprete.
Desafortunadamente, el éxito carnavalesco no se equipara con el laboral. Delineante de profesión, Jose María García, se encuentra en el paro desde hace casi un año. Tras seis años trabajando, la empresa para la que trabajaba decidió prescindir de sus servicios al verse afectada por la crisis económica. «Me lo comunicaron solo una semana antes de la Final del año pasado, así que imagínate como tenía la cabeza en aquellos momentos», apunta con cierto desánimo. Desde entonces, no ha parado de llamar a la puerta de todas las empresas del sector, sin éxito. Por esta razón, Joselito ha tenido que sacar partido a su buen sentido del humor y, desde hace unos meses, se dedica a hacer monólogos en bares y salas de fiesta de distintos puntos de la geografía nacional. Y es que siempre es mejor afrontar los malos tiempos con una sonrisa.