Las dos caras de... Pepe 'El Habichuela'

«A nuestra edad, ensayar e ir al Falla es una terapia»

El antifaz de oro es coautor del grupo de 'los viejos' que se preparan con disciplina prusiana en un centro de día gaditano

Por  2:41 h.

Dice, medio en broma, medio en serio, que varios integrantes de su chirigota tienen doble antifaz de oro. Con esa ironía, Pepe ‘El Habichuela’ se refiere a que integrantes como Manuel Rodríguez Cantero, ‘El Joti’, llevan saliendo en agrupaciones del Concurso Oficial desde 1951. Si para recibir el antifaz de oro hacen falta 25 años de comparecencia en el Falla, compañeros como este doblan la cifra necesaria y podrían aspirar a llevar uno en cada solapa. ‘El Joti’ con 81 años, se subirá esta noche al escenario con la chirigota ‘Le llaman copla’, popularmente conocida como la chirigota de los viejos, que nació y ensaya en el Centro de Día de la calle Zaragoza.

Admite Pepe, uno de los autores y veterano de brillante trayectoria, que el público les recibe «con mucho cariño, no estamos para ganar un premio pero nos tratan como si fuéramos a ganarlo, quizás porque saben que ya estamos por encima de piques y de competiciones», afirma valiéndose de su altísima y sorprendente edad media. Asegura que, pese a no aspirar más que al disfrute, podrían llevar mejor repertorio si «algún autor de los buenos, que se lo hemos pedido, nos echara un pequeño cable, pero la camaradería ya no se lleva en este mundillo, ahora priman los intereses». Aún así, recuerda que Julio, de ‘Mujeres, hombres y mucha berza’, sí que ha colaborado.

Entre unos y otros, entre colaboradores y los veteranos, se presentaron anoche con ‘Le llaman copla’, una chirigota con la que representan a los tonadilleros de la posguerra. «Ojo, que no todos eran gays. Alguno conocido sí que lo era, pero no todos, así que tampoco lo exageramos». Han preparado su repertorio con más disciplina que muchos jóvenes «porque para nosotros esto ya es como una terapia. No faltamos ni un día. Nadie se retrasa. El Joti, con 81 años, viene cada día desde San Fernando para ensayar y no falta ni un día».

Y luego viene la calle, que nadie piense que por ser mayores van a quedarse en casa: «Por ser un grupo nacido en un centro de día, recorremos todos los que hay en Cádiz. Ya no nos apetece la calle, ni cantar en tablaos, pero sí recorrer estos sitios, saludar a los amigos, tomarnos nuestra copa de rioja y cantar. Que nadie piense que vamos por ahí con las medicinas en el bolsillo».