
Corista de pura cepa, Elena Grosso ha vuelto este año a subirse a las tablas del Falla después de 17 años. La última vez lo hizo en circunstancias muy especiales, tanto, que esas mismas circunstancias la llevaron a abandonar su coro. Aquel año 1995 fue especial en muchos sentidos.
-Vuelve con ‘Las cacas’ después de un parón de 17 años, ¿por qué decidió dejar el Carnaval en aquel entonces?
-Pues lo dejé porque fui madre. De hecho, en el año 1995, que fue cuando lo dejé, salí con el coro estando ya embarazada de mi hija.
-¿Y cómo vivió aquel Concurso?
-Fue especial en todos los sentidos. Lo primero, por el hecho de salir en el Falla estando ya en estado, y después porque conseguimos entrar en la Final. Nos llevamos el tercer premio con ‘El coro de los niños’, que llevaba letra de ‘El veneno’.
-¿Cómo compaginaba el embarazo avanzado con las actuaciones?
-En el Falla bien, pero en la calle no me pude subir en la batea en los carruseles.
-¿Alguna anécdota que recuerde especialmente?
-Yo tocaba el laúd y como no salí en el carrusel se lo dejé a un compañero. Se le cayó desde la batea y se rompió, y desde entonces no volví a tocarlo hasta este mismo año.
-¿Y qué la movió a volver a cogerlo tanto tiempo después?
-Pues que el año pasado un sobrino mío, Manolín, me regaló un laúd nuevo y eso me llevó a ilusionarme otra vez por salir en un coro. Entonces hablé con Lucía Pardo y desde el primer momento me dijo que contaba conmigo.
-Además, lo hace con una compañía muy especial…
-Desde luego, para mí es una experiencia fantástica cantar en el mismo coro que mi hija. La última vez que lo hice la llevaba dentro y ahora somos compañeras. Además, he conseguido traerme al coro también a una amiga que no salía en el Concurso desde hace más años que yo, así que estoy encantada con la experiencia.
-Imagino que estará muy pendiente de cómo lo hace de su hija.
-Claro, estoy muy pendiente de ella durante las actuaciones, y al verla tan desenvuelta con solo 16 años pienso, fíjate, es mucho más espabilada que yo.
-¿Y la veteranía da tranquilidad o los nervios son los mismos que antes de irse?
-Ahora tengo hasta más nervios que antes. Este año he notado más nervios, más miedo y también más ilusión. Cuando terminé de actuar en preliminares mis amigos me preguntaron que qué me pasaba, que no paraban de temblarme las piernas. La responsabilidad es siempre grande y además veo que el Carnaval ha cambiado mucho en todos estos años.
-¿Y cómo ha aguantado el gusanillo desde 1995?
-Lo he sentido siempre, pero he estado vinculada al Concurso como maquilladora del coro de Julio Pardo y de alguna otra agrupación.
-¿Se ha sentido bien acogida en este coro joven?
-Mucho, es un grupo estupendo. Además, para mí es una alegría compartir el coro con mi hija y dos de mis sobrinos.