Las confesiones de juan carlos aragón
De verdad que nunca estamos contentos. Dicen muchos que Aragón se pasó de egolatría en sus letras, que todas tenían como tema ‘yo, mi, me, conmigo’. Y lo bueno que es lo de la transparencia. La de entrevistas que nos hemos ahorrado todos de leer. Ya sabemos lo que piensa el hombre. Qué alegría. Qué alboroto.
Que todos tengan diez minutos y asunto arreglado Tanto reglamento, tanta cámara y tanto cronómetro. En suma, tanto rollo. Al final, la organización de todo esto ha decidido que todos los grupos tengan diez minutos para el montaje. Aún así, ha calado la necesidad de darse prisa. Y lo tempranito que salimos todos… Si es que no hay más que motivos de satisfacción.
Los grupos de la modalidad ‘Pa’Charlos’ son necesarios
Los que dicen que el cuarteto de los maniguetas del otro día o un par de chirigotas de ayer son indignas del Concurso no tienen alma. Que piensen en los que necesitamos un ratito para salir a fumar, a tomar algo. Dan un respiro. Son un oasis, un remanso. El día que desaparezcan no habrá quien pueda con todo esto.
Respeto por todos los acentos sin remedos insoportables
Cada vez son más los grupos que llegan de más lejos. Es un alarde de sensatez que ofrezcan sus coplas con su acento y que el público las valores tal y como están cantadas. Cualquier remedo, cualquier intento de imitar un acento impropio sería un insulto a la inteligencia. Así hablan, así cantan. Y en paz.