EL BLOG-CUÑANO

Ojo al disfraz

Un tipo desacertado puede eclipsar las composiciones y, lo que es peor aún, ser motivo de grandes cargas carnavalescas

Por  8:06 h.

Cuando se va el Concurso y tras un par de meses de respiro y relajación, las neuronas carnavaleras se dan cita en la azotea, y encienden al máximo la caldera de la maquinaria para que empiecen a surgir nuevas ideas de cara al próximo concurso. Tras muchas vueltas y cuando todo apunta a una de ellas como la ganadora, se baraja cómo vestir esa idea y ahí es donde quería centrarme hoy.

El disfraz, o tipo como gusta llamar en Cádiz, es un complemento de vital importancia y de su acierto depende mucho  la relevancia que tome  esa agrupación, aun siendo el repertorio de música y letra el auténtico protagonista, esta visto y demostrado que un tipo puede llegar a inclinar la balanza de un lado a otro; es decir, se han dado casos en los que el tipo ha sido tan bueno que han hecho al repertorio en sí, mucho mejor de lo que en realidad es. En cambio, un tipo desacertado puede eclipsar a dichas composiciones  y, lo que es peor aún,  ser motivo de grandes cargas carnavalescas.

Como ejemplo más reciente, tenemos a la comparsa del pregonero, que aún sigue recibiendo alusiones. Pero desgraciadamente ni ha sido la primera ni será la última. Podríamos recordar muchas agrupaciones a las que la confección de su disfraz les supuso  cargar con algún que otro «toquetazo  gaditano» y que curiosamente suelen  darse con  más frecuencia en  la modalidad de comparsas, quizás sea por aquello de que son tipos más abstractos.

A mí particularmente me enamoran esos tipos genuinamente gaditanos y que de nuevo se vuelven a ver sobre todo en las chirigotas, que son como un «trampantojo», o sea, desde cierta distancia parecen una cosa, pero cuando te acercas y observas sus detalles, ves que están hechos con otro tipos de cosas cotidianas que nada tienen que ver. (Véase como ejemplo los tipos de la chirigota de Manolo Santander). 

En conclusión, que la elección o confección de un disfraz para la agrupación, es más importante de lo que creemos y por tanto, se le debe dedicar el tiempo que requiere y dejarnos asesorar por aquellos que posean mejor visión para ello, para que luego no nos llevemos sorpresa y en caso de duda, sobre todo para las comparsas, el tipo de vendedor de camarones o de gitano con su pañuelito al cuello, no sorprenderá pero asegura  no meter la pata.