Ilusión. Con una pizca de osadía y mucho de acongojamiento. Las caras de los grandes autores han ido desfilando por Punto Radio durante los últimos meses. Todos coinciden. ¡Este año sí! Puede haber mucho de ingenuidad, de optimismo, deseo, confianza, y sobre todo de falta de autocrítica. Es la primera fase de este proceso vírico que es el Carnaval, la de las fechas previas a la llegada del Concurso.
La segunda es la más venenosa, la más dura. Y empezó el pasado viernes. Los síntomas para reconocerla: críticas al compañero, desprecios al contrario, e insultos al periodista o cualquier aficionado que emita una opinión contraria, máxime si es negativa con respecto a su agrupación.
La tercera, como en cualquier enfermedad, es la de la superación. Lástima que todos no encuentran la curación, pero sí la mayoría. Entonces reconocen que la comparsa no era tan buena, que la chirigota tampoco tenía tanta gracia, y hasta un halo de objetividad empieza a refulgir en sus opiniones.
En plena época estival, son pocos días, los justos antes de que en el mes de septiembre comiencen de nuevo los ensayos. Y vuelve ese virus contra el que no se encuentra vacuna. Tiene contraindicaciones, muchas, pero yo, de momento, no quiero que se curen.