No se había fumado tanto en Cádiz desde que el Gobierno puso en marcha la Ley Antitabaco. Eran muchos los que alrededor de las dos de la mañana esperaban ansiosos el veredicto del Jurado. Pero no fue el fuego de sus mecheros el único que se vio ayer en el Falla. Será la tensión, pero los ánimos estaban caldeados. Como dicen los catalanes: pocas bromas.
Tarjeta roja a una madre
Un hecho lamentable se produjo en la tarde de ayer en la segunda semifinal de infantiles, cuando una mujer pegó lo que se dice un buen cate a un chaval de unos 12 años por criticar ante ella a un cuarteto del día anterior. La seguridad le dijo a la mujer que a la próxima la iban a denunciar pero el cate ya se lo había llevado el chiquillo. Triste ejemplo el de esta señora que no sabe lo que es el Carnaval.
Cabreo story
Antes de que comenzara la sesión un grupo se fumaba un cigarrito a las puertas de la Facultad de Medicina. El tema de conversación eran las dos magníficas chirigotas que pasaron el sábado por el escenario. Unanimidad en la buena noticia que supone el regreso del Noly. También gustó ‘Cai Story’, aunque en ese punto llegó la polémica. «Yo me he enterado que hubo una bronca en el grupo del Sheriff por la espantá de la Barbie», decía uno. «¿Por qué? Si se puso malo el guitarra?», «Que va, por lo visto estaba molesto con el tipo y se fue, y no veas la que se lió después». Si es cierto o no, solo ellos lo saben. Nosotros nos quedamos con la versión oficial: el guitarra se fue indispuesto.
¿María es disléxica?
Mientras la plaza del Falla esperaba pendiente de la radio para saber quienes pasaban a cuartos, entre risas algunos comentaban el lapsus de María, que ayer gritó «El que no diga ole que se le case la yerbabuena». ¿Estará pensando en mandar por tabaco su grito de toda la vida?