La sesión de anoche tuvo calidad suficiente para dar que hablar por sí sola a los aficionados que volvieron a llenar el Falla, pero la resaca de la anterior aún ocupó buena parte de las conversaciones de los que apuraban sus cigarros antes de entrar en el teatro, y es que la actuación del último primer premio de chirigotas lo merecía. Según el sentir general, no terminó de explotar, pero parece ser que los que menos satisfechos acabaron fueron los propios chirigoteros. Vera Luque estuvo en el Falla anoche, y no estaba precisamente pletórico.
El Carnaval de la carne
Buena noche para mirones. Las coristas de Desiré Tey lucieron tipo con sus bañadores rojos. También ellos. Después de ver a los cuarteteros de ‘Costa Tacita’ la noche anterior, cabe pensar que este año hace calor sobre las tablas del Falla.
Papá concejal
Y sin salir de coros y de la familia Tey, entre pitillo y pitillo alguno comentaba con maldad la letra que la autora del coro había dedicado a Teófila Martínez, ‘jefa’ de su padre, el concejal Jesús Tey: «Desi no vuelve a comer casa de sus padres». El motivo de semejante premonición fue la dura crítica que su coro hizo a la alcaldesa. Su padre, edil de Participación Ciudadana antepuso el amor a su hija al que siente por Teófila y no dudó en subir a los camerinos para felicitar al coro. «Sí, sí, habrá que ver lo que le dice luego en casa», comentaban los maliciosos.
La juventud se pierde
Que la cantera esté viva siempre es una buena noticia, pero ver a los mismos jóvenes cuarteteros de la sesión del lunes de nuevo anoche como componentes de la chirigota ‘Bien empezamos el año’ es para preocuparse. ¿Estos chiquillos tendrán tiempo para estudiar? Que se lo piensen bien, que excepto a algunos privilegiados, la fiesta no da de comer.