Mucho que fumar, mucho que hablar, mucho de lo que lamentarse, mucho de lo que alegrarse, muchas sensaciones después del fallo del Jurado. El cajonazo a la chirigota de Vera Luque era sin duda lo más comentado anoche. Palabras también para el Sheriff, el Noly o los gitanos de El Puerto. Y entre colillas y comentarios, un clamor: «Si esto ha sido en semifinales, ya verás tú la que van a liar el miércoles».
El momento de los grandes
Mucho dio que hablar también anoche la chirigota del Selu. A estas alturas del Concurso hay quien por la presión o por la falta de convicción se viene abajo. Después están los grandes, como los del Selu, que en una semifinal se atreven a cambiar parte del popurrí y y sacan letras del altísimo nivel. El público les respondió como era de esperar, pero en el descanso, a las puertas de La Bella Italia, un grupo de aficionados comentaban que «han tardado demasiado en dar su nivel». Nada se sabe, pero da la impresión de que la chirigota, contra todo pronóstico, se vuelve a meter en la quiniela.
Aquí no se cuela ni Ruibal
La empresa que se encarga de la seguridad y el control del acceso en el teatro hace su trabajo con mucho celo. Tanto, que anoche se presentó en la puerta del Falla Javier Ruibal y le dijeron que allí sin entrada no entraba ni Dios. Poco después se le pudo ver en el palco de autoridades, pero al pobre le pusieron la cara colorá.
Fanatismo
El teatro ayer aguantó hasta el final. No fue una sorpresa, cuando Eduardo Bablé antes de empezar la sesión anunciaba los nombres de las agrupaciones de la noche ya la comparsa de Juan Carlos, que cantaba la última recibió la mayor ovación. Se notó para bien para ellos y para mal para los demás.