Carnaval

Colgados del malditismo

Por  2:37 h.
Colgados del malditismo

 

Qué gusta una movida. Pareciera que el carácter competitivo del Concurso adelantó hace mucho al espíritu lúdico. Este monstruo que vive en el Falla, que tiene mil cabezas, tantas como espectadores, se alimenta de discusiones y porfías. La de anoche, todavía, era la sanción a la chirigota de Aragón. Tanto en el ambigú, como en las colas de salida, como en los cigarritos a la luz de la luna y las farolas dieciochescas, apenas había otra conversación. Para zanjar pronto y no caer en el fomento del morbo que se le achaca a los aficionados jartibles, el resumen es que ganan por goleada los que creen que el castigo ha sido un pasote. «Son ganas de montarla y de provocar a Aragón, que se provoca solo. Todo el mundo ha cogido cosas de otros años, todo el mundo se ha plagiado a sí mismo alguna vez, si es que eso es un plagio. La decisión del Jurado no hay por donde cogerla». Era la opinión de un celebérrimo autor que este año no está en liza pero que resume perfectamente el sentir mayoritario. El pueblo ha hablado.

Ya toca ambientazo

Ni siquiera el grito de ‘por fin es viernes’ permitió que remontara el ambiente. Siempre está ligado a la calidad de los grupos, más que al calendario laboral. Hoy se dan los dos elementos para la explosión. Grandes nombres (Antonio Martín) y noche de sábado-sabadete que anima a los que el domingo se libran de madrugar. El lleno está anunciado y las conversaciones, las caras que saludar y los índices dirigidos a los rostros conocidos se multiplicarán por mucho.

Cabreo cuartetero

El cuarteto pasa por ser la modalidad con mejor ambiente entre oponentes junto a la chirigota. Sin embargo, los del grupo de Gago están un poco dolidos con los de Morera. Los primeros acusan a los últimos de hacer unos siameses demasiado parecidos a los de ‘Qué pena de muerte’ de 2007. Este malestar era ‘vox populi’ en los corrillos humeantes desde el pasado domingo. Ayer, el letrista de los de Gago, Miguel Ángel Moreno, lo hizo público. Haya paz.