Definitivamente, este Carnaval se ha vuelto loco. Desde que el manto implacable de las redes sociales se nos ha echado encima, esta fiesta de coplas y esquinitas, y medio desconocida pasado el Río Arillo se ha transformado en un monstruo enorme y de imposible control, que campa a sus anchas por España.Y si no, lean:
“Una corrida en tu cara”. Andreíta: Respuesta inmediata de su abogado. Intento de paralización del concurso. Repercusión nacional en programas y periódicos… Ay, cuando aquí se decían barbaridades a la Pantoja, a Lola Flores, a Felipe, a Fraga, etc..
“La Familia Verdugo”: Decapitación de Puigdemont. Vestiduras rasgadas en Cataluña. Incitación a la violencia y tal… Pero todo, ¡al día siguiente! Muchísimos medios se hacen eco…
“No tenemos el Congo pa farolillos”: SOS Racismo acusa a la chirigota de racista, de seguir machacando la raza negra con estereotipos crueles…Repercusión desfasada.
“Los Angeles de la Guarda”: A las banderas. Tweet inmediato de ¡Pablo Iglesias!. Alaba la letra. Cientos de retweets. Miles de personas a nivel nacional escuchan la copla…
“Los Chimeneas”: Desagravio a Serrat, usando los títulos de sus canciones. A la mañana siguiente, ¡el propio Serrat! Se pone en contacto para felicitar al autor. Quién podría imaginarse hace unos años que un artista así estuviera pendiente del Carnaval de Cádiz…
-Además de ver como cada noche el hashtag #COAC2018 es Trending Tópic a nivel nacional, y que las visualizaciones en Youtube se cuentan por cientos de miles…
¿Realmente nos damos cuenta de la dimensión que está tomando esto? Creo que no. El gaditano de a pie todavía aun no sabe que tiene entre las manos. Cantar hoy una letra a alguien significa que al día siguiente ese alguien se habrá enterado…y te habrá contestado. Para bien, o para mal. Y a esto tenemos que aprender a enfrentarnos y a dominarlo.
Mi duda es si las coplas sobrevivirán a esta vorágine. Ojalá que sí. Cojamos lo bueno de esto. Fuera vanidades. Y no convirtamos esta fiesta en un nuevo “Sálvame”. No, por Dios.
Y por supuesto; BRAVO por nuestros autores. Por los de ahora, y por los de siempre.