CARNAVAL DE CÁDIZ

¿Qué es el carnaval?

Quien no lo viva no lo entenderá jamás pues el carnaval para un gaditano es una forma de encarar la vida

Por  7:29 h.

¿Qué significa el carnaval para un gaditano?… juro que nunca había pensado que un día sería yo quien tuviera que poner cara atónita y bobalicona ante una pregunta tan sencilla como esta, pero el destino quiso que hace pocos días un amigo del norte de España me retara a contestar esa cuestión.

 

Lo dudé varios segundos y gané tiempo diciéndole que él no lo entendería pero que aún así se lo contestaría por escrito, como se suelen contestar las comunicaciones oficiales, las formales, las serias, y el carnaval de Cádiz es todo eso para un gaditano.

 

El carnaval es un estado de bienestar cuando el tres por cuatro irrumpe en las ganas de mover tus nudillos, es el escalofrío de una octavilla que te araña el alma en un trío, es la intimidad de una noche de insomnio de verano, es el refugio de los estudiantes, es la ilusión juvenil y la añoranza del recuerdo.

 

El carnaval para un gaditano es una vida, es la forma en la que se cuentan las velas de nuestra tarta, es una copa de vino en la plaza, es la alegría de la risa, la ira de la denuncia y la sensibilidad de todo lo que nos toca el interior.

 

El carnaval para un gaditano es el nervio de la espera del estreno en preliminares, es el enfado con el jurado, es el comentario de los cafés y las tertulias en la casa. Es todo porque simplemente es una forma de vivir.

 

Es trabajo para artesanos y maquilladores y es descanso para maestros y profesores, es responsabilidad para los autores y diversión para quienes se echan a la calle…

 

Quien no lo viva no lo entenderá jamás pues el carnaval para un gaditano es una forma de encarar la vida, la banda sonora de cada uno de sus recuerdos, la chispa que te hace sentir cosquillas en tu interior cuando redobla la caja, el palpitar del corazón a cada golpe de bombo, el rasgueo de una guitarra que acompaña cualquier reunión de amigos en la playa.

 

Mi amigo no lo entenderá porque para vivir en el manicomio hay que estar loco, y la locura del carnaval, por desgracia, no es universal sino que selecciona a su antojo a quienes portamos el veneno de su pasión.

 

El carnaval para un gaditano es todo porque sin él no nos entenderíamos.