OPINIÓN

Donde fueres haz lo que vieres

Por  8:30 h.

Dice el refrán que donde fueres, haz lo que vieres y viendo que estamos ya inmersos en nuestra semana grande, nunca está de más recordar que es y que no es el carnaval de Cádiz.

  • Lo primero para pasar por un gaditano más, es mimetizarte con el ambiente. Es fácil, ponte una peluca y dos coloretes coloraos (que es como llamamos aquí al rojo). Prohibidos los disfraces de vaqueros, mexicanos o médicos, que eso no es de “Cádi”.

  • Vente con zapatos cómodos, que aquí se hacen kilómetros buscando callejeras y la jornada es larga e intensa. Conseguir el título de “jartible” hay que merecérselo. Ah! Y no te olvides la rebequita pa después.
  • No le tengas miedo a los callejones tranquilitos y a media luz. Ahí es donde se encuentran los mayores tesoros. Podrás disfrutar de los mejores romanceros e ilegales, que te conquistarán con sus rimas y altas dosis de poca vergüenza.

  • Resultará casi imposible sentarte en cualquier bar o restaurante en las horas punta, pero no te preocupes, el centro está lleno de barras donde comprar bebidas y tentempiés. ¿Lo más típico? Hazte con un cartucho de pescaito frito y tortillitas de camarones. Disfrútalo mientras paseas y vives el ambiente. Y entre tanto, ve haciendo tipo.

  • La bebida oficial será un vasito de moscatel fresquito o una cerveza llena de papelillos que acabará de lanzar un niño. Pero recuerda, que el carnaval no es un botellón, que aquí se viene a escuchar carnaval.

  • Cuando entres a una calle y veas actuando a una agrupación…¡quédate! Y sino, recuerda irte en silencio y respetando al que nos regala su repertorio por el simple hecho de hacernos pasar un buen rato. Siempre habrá un pasillo por donde cruzar al otro lado. Cultiva la paciencia.

  • Nuestra ciudad no es un contenedor de basura. Cuídala.

  • No vale querer ser más gracioso que el que canta. No te adelantes a los chistes. No seas patoso. Respeta y lo importante ¡amoscuchá!

  • Recuerda que en Cádiz no hay desfile de grupos hay carrusel de coros, no hay confeti sino papelillos (y si son hechos de recortes de revista más auténticos), no hay murgas, hay comparsas y chirigotas. Y aquí los vellos no se ponen de punta, sino que se te ponen como escarpias, sobre todo cuando escuchas un bombo al ritmo del 3×4.

  • Tráete aprendidas dos coplas que son como nuestro Padre Nuestro, el “Me han dicho que el amarillo”, de nuestro inolvidable chirigotero Manolito Santander y “El Credo” del eterno poeta Juan Carlos Aragón.

  • No preguntéis a nadie donde ver “el carnaval”, porque el carnaval lo es todo, el carnaval es como el olor del pucherito de tu madre, que lo inunda todo…así es el carnaval de Cádiz, se encuentra en cada rincón, cada callejuela y cada esquinita de la ciudad. Vívelo!