De esta maldita pandemia teníamos la esperanza de salir mejores personas, lamentablemente estamos comprobando cada día que somos lo mismo, incluso peores. Pero si algo hemos aprendido es que no somos tan fuertes como creíamos. Por lo tanto, quien tenga un poco de consideración habrá aprendido a valorar más aún a nuestros mayores.
Son ellos los que más están sufriendo esta situación, sin contacto apenas con sus familiares y con mayor riesgo de tragedia, lo que conlleva a vivir con más miedo de lo normal.
Con la famosa frase tan repetida: “cuando pase todo esto”, debemos valorar el tiempo perdido con ellos, y disfrutar recuperando tantos ratos que esta pandemia nos ha robado. Deseo con todas mis fuerzas, que todo pase pronto, sigamos con mucha salud, y que celebremos el próximo carnaval con la lección bien aprendida, la de cuidar a nuestros mayores. Que no se nos vaya nadie sin recibir sus honores, que recojan los frutos vida que han cosechado después de tantos años. El puchero que hoy comemos, ellos nos lo cocinaron, y debemos agradecérselos en vida haciéndoles sentir protagonistas y útiles.
Cuidemos a nuestros mayores en su día a día, cuidemos a nuestros mayores en nuestro carnaval.
Salud, pabellonismo, y libertad.