Será que soy muy antiguo, será que no me reconozco en el aficionado actual, será que vivo en el pasado o alguna otra excusa o justificación que podáis asignarme pero yo sigo sin entenderlo. No entiendo que el aficionado al Carnaval de Cádiz no conozca las coplas de Paco Alba. No entiendo que no hayan leído las letras de Pedro Romero. No entiendo que no sepan continuar versos de Enrique Villegas. No entiendo que no conozcan las grandes obras de Antonio Martín o que no sepan quien fue Fletilla o Juanito Poce…
Estamos viviendo una época en la que el aficionado sólo valora el envoltorio y no conoce el contenido de Carnaval. El Carnaval de Cádiz ha vivido una tremenda eclosión y su impacto ha atraído hacia él, cual mosquito hacia la luz, a un ingente pelotón de aficionados que no ven más allá del Carnaval del nuevo siglo. Todo sería respetable y entendible salvo cuando esos incultos manifiestos de nuestra tradición más señera se atreven a criticar sentando cátedra como expertos en una materia que desconocen por completo.
Las redes sociales son el territorio propicio para encontrarlos. «Vaya porquería de presentación», «esto es un pelotazo», «esa cuarteta es un plagio», y un suma y sigue de improperios y críticas absurdas basadas en una ley muy peligrosa, la ley del falso entendido. La ley del falso entendido es aquella que dice que cuanto menor es el nivel de conocimiento que tiene alguien sobre una materia mayor debe ser su apariencia de seguridad y rotundidad, para de este modo esconder en esa taxatividad su enorme grado de desconocimiento.
Ya lo dijo Vera Luque en su pasodoble… «Cántame por Paco Alba, Fletilla, Villegas, por Pedro Romero. Y entonces te doy la mano y te llamo compañero. Que a las puertas de esta casa tienes que llamar con respeto y humildad. Que pa ser de los nuestros y para hablar de esto; Escucha a los maestros cállate y aprende».
Aficionados post Araka, millenials Carnavaleros, entendidos del racataplán que llevan escuchando Carnaval cuatro años y tratan de darnos lecciones… Será que me habré vuelto un cascarrabias pero tengo claro que quien no conoce la obra de los grandes del Carnaval no está legitimado para dar lecciones, simple y llanamente porque no sabe un pimiento de Carnaval y solo conoce su pseudo-Carnaval reciente, la punta de un iceberg de coplas que jamás podrá ofrecerle una visión más holística, completa y real de la realidad.