El Gran Teatro Falla

CARNAVAL DE CÁDIZ 2020

A ella le gusta la gasolina

No sé qué tiene el hitazo de “La gasolina” que donde va, triunfa

Por  8:00 h.

Decía Maluma, un hombre que últimamente ha estado más presente en el Falla que Miguel Ángel Fuertes, que la noche está “para un reguetón lento” (coro: “de esos que no se bailan hace tiempo”) Y lo estaba, sin duda, para un reguetón de los verdad.

No sé qué tiene el hitazo de “La gasolina” que donde va, triunfa. Algo así como la San Miguel pero con mejor sabor y dejándote la misma resaca. Quizás es que, por muy melómana que sea, tampoco conozco gran variedad de éxitos del reguetón clásico y este es el primero que se me viene a la cabeza, pero desde luego sí que estaba la noche para “La gasolina.” Estaba y se necesitaba una estación de servicio.

 

Las recargas eléctricas de sus nuevos componentes y el consolidado gasoil de las voces más afianzadas, que al fin retornan a su circuito predilecto, dejaron una asfalto que aún desprendía la vetusta esencia del carburante con plomo. Una parada en boxes más que necesaria para reponer sones y coplas irreverentes de las de inmemoriales. Con una carrocería sencilla pero un motor potente, el grupo condujo a un viaje a través de un repertorio que se acrecentaba con cada cuarterta. No sabía una en qué momento parar a repostar, porque tampoco sabía si era posible echar en freno en ese auto. Un bólido que se mece a los sones de un pasodoble que prende las ruedas de sus memorias y brinda a Cádiz y a los aficionados el propulsor de su alma.

 

Montarse en este coche es como subir al Delorean y volver a la década de los 2000, donde los pantalones campana, los móviles con tapa y “Los aguafiestas”,eran una realidad. Dicen que todo en la vida vuelve, esperemos que Amancio Ortega tenga mejores ideas para la próxima temporada. Mientras tanto, súbele mambo pa’ que el Falla prenda lo motores.