CARNAVAL DE CÁDIZ 2020

4 y 5 de febrero de 2019

Por  8:00 h.

La primera vez no siempre sale bien, dice una publicidad calentona de la calle Alcalá… Pues ajo y agua. La primera vez que yo estuve en el Falla vi a Martínez Ares. Y al día siguiente a Aragón. Iguálamelo.

Y eso es como si tu primera vez con una chica fuese con Megan Fox, como si tu primera vez en la ópera fuese con Javier Camarena, como si tu primera vez en un campo de fútbol fuese con Zidane, como si tu primera vez en los toros fuese con José Tomás… Lo vais cogiendo, ¿no?

El yunque bendito anunció un lunes 4 de febrero de 2019 la llegada de unos históricos Carnívales que hechizaron mis sentidos. Entraron por mis ojos hasta dejarlos como platos, mis oídos, domesticados, sentí a las víctimas entre mis manos… Mi sangre ya era suya. De principio a fin, la sensación de estar contemplando una obra maestra era continua.

Las cosas no pasan por casualidad. Poder formar parte de la familia de Cope Cádiz (gracias Rubén y Jota) y La Voz (gracias Agui) me abrieron las puertas del Falla. Un año después sigo agradeciendo a Quique Miranda y Miriam Peralta por darme el honor y el gustazo de acompañarles para presentar a la Comparsa de Don Antonio.

Si la historia acabase ahí, ya podríamos decir de ella que es exitosa. Pero aun quedaba lo mejor…

El día 5 de febrero de 2019 los carteles anunciaban a La Comparsa de Juan Carlos Aragón en el Gran Teatro Falla. Fue un martes. Ahí todavía no sabíamos que iba a ser la última del Capitán pero la viví como si lo fuera. Arriba telón y, de repente, la elegancia hecha comparsa nos dio un paseo por Cádiz a través de su maravillosa música y su irreemplazable pluma. Miraba a mi Quique Lafuente, que me dijo: “quillo, ponte aquí abajo conmigo, que se escucha mejor a Dani Obregón y a Ramoni”, y sin decirle nada él sabía que no me cabía tanto en el cuerpo. De la Gaditanissima no hace falta hablar, ahí la dejó Aragón.

Fue mi primera -y única- vez, de la que se cumple el primer aniversario ¿No está mal, no? Yo saldré el jueves a celebrarlo, no es para menos… ¿Vosotros no?

¡Pues Ashupá! Que dice mi jefe…