Carnaval

VERGÜENZA AJENA

Por  1:58 h.

Vergüenza ajena sentí ayer cuando vi la desagradable encerrona en la que Fali Pastrana metió tanto al pregonero como al queridísimo Love. Cantar un cuplé pidiendo el nombramiento del chirigotero como pregonero, mientras que en el palco de enfrente se encuentra el que ha sido elegido para esta labor, es de ser poco elegante. En primer lugar, porque el cantante uruguayo no ha pedido ser pregonero, sino que se lo ha ofrecido el Ayuntamiento de Cádiz, que en todo caso debe ser a quien se debe criticar por esta elección. Y, en segundo lugar, porque en una buena crítica no se recurre a tirar a uno para encumbrar al otro. Entiendo que es efectista y que un teatro tan chaquetero como el Falla, lo aplaudirá a rabiar y lo respaldará al grito de «pregonero, pregonero», pero lo que está claro es que los gaditanos quedamos muy mal. Y si además se trata de un pregonero internacional, como Jorge Drexler, pues también quedamos como grandes catetos. Desde luego, el gran vencedor de la noche fue el propio Drexler, que respondió como un caballero, saliendo enseguida a saludar y a presentarse a las integrantes de la comparsa ‘La ola’. Hasta el concejal de Fiestas, Vicente Sánchez, tuvo que acercarse al palco donde se encontraba para darle explicaciones, aunque al elegante pregonero no le hicieron falta, porque entiende que esto forma parte de nuestra fiesta. Tampoco creo que la letra le hiciera ningún favor al Love, que sabe de sobra que es un referente para el Carnaval y que muy pronto subirá a las tablas del escenario de la Plaza de San Antonio para dar lecciones chirigoteras, pero con clase. Como él sabe.