José Antonio Vera Luque es uno de los autores que había anunciado su chirigota para el COAC 2022. Sin embargo, afronta estos días con incertidumbre ante una situación sanitaria que le impide iniciar unos ensayos con garantías y que son fundamentales para llegar a tiempo al Gran Teatro Falla. «Estamos manejando las fechas haciendo una comparativa con el calendario habitual de septiembre a febrero, así que ahora estaríamos empezando el mes de octubre, por lo que a estas alturas ya estaríamos empezando mucha gente y con la maquinaria empezando a funcionar. Sin embargo, a día de hoy la situación es distinta, ya que la sexta ola de coronavirus ha obligado a suspender y posponer los ensayos. Parece que el mes de enero ya está perdido y en correspondencia con las fechas de las que estamos hablando, perderíamos lo que sería el mes de octubre. Ahora es una locura meterse tanta gente a ensayar porque sería una escabechina, más allá de la gravedad que tenga la enfermedad en estos momentos», apunta el chirigotero, que descarta de momento iniciar la preparación. «Ahora mismo meterse en un local es acabar con todos los tíos malos, contagiando a la familia y demás. Sería una irresponsabilidad. Por lo tanto, sería empezar a ensayar en el mes de febrero, que equivale a noviembre y el tiempo empieza a echarse encima», apunta. Asimismo.
Vera Luque también pide un movimiento por parte de los organizadores. «Independientemente, el Ayuntamiento debería de tener prevista una serie de pasos que deberían de dar para organizar un concurso. Abrir una inscripción, dar una fecha de sorteo, perfilar cuántas agrupaciones tienen previsto venir en mayo a concurso…porque si al final febrero es un desastre, muchos de los grupos que iban a participar en sus localidades en sus carnavales, finalmente podrán venir. Pero claro, si febrero es un desastre, ya nos vamos a marzo para poder ensayar, que sería tarde», reflexiona. Ante todo esto, el autor asegura que «yo estoy muy a la expectativa, muy a verlas venir. Tengo muchas ideas recopiladas y un tipo anunciado. Pero de momento no me veo haciendo cuplés para llevarlos a unos ensayos que no sabemos si van a empezar dentro de un mes o de dos meses. Yo me tengo que ver en la trinchera metido, si no no veo motivación. Yo eso de tener ahí los papeles apilados con las letras, no lo veo. Yo prefiero el contacto con el grupo, y así es donde se trabaja y donde se disfruta de escribir. Con esta historia del mes de enero que se nos ha escapado de las manos, con esta subida de tanta virulencia, con esta cantidad de gente que está cayendo, hay que concienciarse de que lo mismo hay que sacrificar el concurso».