El rapero Foyone recuerda a Juan Carlos Aragón.

Carnaval de Cádiz

Uno de los raperos más importantes de España confiesa que escuchaba a Juan Carlos Aragón “desde renacuajo”

En su pieza musical, Foyone recita parte del pasodoble a Andalucía de 'Los Yesterday'

Por  16:34 h.

En términos de música urbana, un ‘beef’ es aquella pieza que un rapero o un trapero dedican a un contendiente para atacarle (o contraatacarle). El malagueño Foyone es uno de los artistas más respetados dentro de la escena nacional, como han dejado de manifiesto verdaderas referencias como Kase O, mítico integrante del grupo zaragozano Violadores del Verso, un hito ya dentro de la música española en general.

 

En las últimas semanas Foyone se ha situado de máxima actualidad por un ‘beef’ que cuenta con la particularidad de poner en la diana a una marca de ropa, New Pig Order, y que además ha originado una cadena de ‘tiraderas’ (otra denominación en el argot para los ‘beefs’) que todavía persiste con El Jincho, otro de los más afamados raperos españoles.

 

Todo esto no trascendería de la escena si no fuera porque Foyone, a la hora de denunciar la supuesta deuda que mantiene con él la mencionada marca tras un contrato leonino, hace referencia al menosprecio que muchas veces se tiene hacia Andalucía. Y es ahí donde entra en acción un insólito homenaje que demuestra cómo la influencia de Juan Carlos Aragón ha trascendido con mucho el contexto del Carnaval de Cádiz.

 

Foyone reproduce letra por letra en casi medio minuto de su pieza (concretamente del minuto 2:26 al 2:54) el mítico pasodoble a Andalucía de Los Yesterday, antecedido por unas palabras que no dejan lugar a dudas: “Como dijo Blas Infante: ‘Andaluces, levantaos’. Le respondo como el Capitán, cuando yo era un renacua(j)o”.

 

Sin duda, una prueba más de que la lírica y el trasfondo de la obra del Capitán Veneno han derribado barreras geográficas, temporales y generacionales, para asentarse en el universo conceptual de referentes para la juventud (mal que a algunos les pese), que para otros se han convertido en los trovadores del siglo XXI por el cuidado que profesan a sus letras.