El año pasado la organización del concurso de agrupaciones del Falla decidió modificar el reglamento del certamen en dos de los apartados más importantes. Por una parte, el que hace referencia a la división de la segunda fase en cuartos de final y semifinales y, por otro, la reducción de los finalistas. La primera fue acogida con relativa satisfacción por parte del público y de la crítica y la segunda provocó una mayor división de opiniones porque hay gente a la que le sigue gustando eso de que la Gran Final dure hasta la por la mañana.
Pero lo del corte de cuartos que podía entenderse como una medida casi experimental ha tenido una continuidad este año y, en certámenes con una calidad superior como el que nos ocupa, cobra mayor trascendencia y otorga más prestigio al concurso. Y, después de lo visto en clasificatorias, estaba claro que había arsenal de sobra para que esta segunda fase haya sido apasionante, con el respetable totalmente entregado.
En la modalidad de coros ya se avisaba que la cosa venía fuerte desde la primera fase y se ha confirmado en cuartos de final. El candidato a repetir primer premio, el coro de Julio Pardo, ya mostró lo que podía dar de sí y es evidente que, con el dominio que tiene del concurso, se iba a ir creciendo como así ha ocurrido y, a buen seguro, continuará ocurriendo. Esta segunda fase ha sido más negativa para el coro de Faly Pastrana y Kiko Zamora. Sin perder calidad, porque es evidente que la atesora y en cantidades industriales, sufrieron un pequeño contratiempo en la interpretación del popurrí, circunstancia que ha afectado al ánimo del grupo pero, si nos remitimos al precedente del primer premio de chirigotas de 2008, está claro que con el nivel que tienen sigue aspirando a lo máximo. El resto también ha apuntado una mejoría importante. En el caso del coro a pie resultaba complicado después del paso que tuvo por la edición de un año, pero ha dejado pasajes inolvidables como el segundo tango interpretado sin orquesta. Lo mismo se puede decir del coro de la peña lasaliana viñera, que ha elevado el listón considerablemente, así como el de Paco Martínez y el propio Valdés. El gran rival para todos ellos, como cabía esperar, es el coro de Nandi en el año del regreso del autor. Se le presuponía calidad y repertorio de sobra y así lo han demostrado.
Comparsas
En la modalidad de comparsas es donde más se ha demostrado que estamos en cuartos. La secta de los Carapapas y Los trasnochadores han defendido con uñas y dientes su condición de finalistas en 2008 y así parece que deben seguir haciéndolo. El grupo de Juan Carlos Aragón ha sido quizás una de las grandes decepciones del presente concurso al menos de momento. Entre las que se han superado se sitúan de forma clara Voces, de Tino Tovar, aunque esa teórica superioridad que parecía haber mostrado en clasificatorias se ha recortado en cuartos de final. Atención también a dos grupos que vienen pegando muy fuertes. Por un lado, La factoría, original de Luis Rivero, y que con letras punzantes y críticas se ha subido por derecho propio al carro de las favoritas a todo. Lo mismo se puede decir de Antonio Martín. El retorno al clasicismo más arraigado del veterano autor está dando sus frutos y suena de manera extraordinaria. Otro histórico que ha vuelto por sus fueros es Joaquín Quiñones, con La pensadora gaditana, una de las agrupaciones que ha demostrado mejor nivel en esta segunda fase. Curioso el caso de las comparas de El Puerto. Si en el análisis de clasificatorias señalábamos que Los Majaras parecían apuntar mejores maneras que en 2008, en cuartos han si Los Gitanos los que se han venido arriba de una manera espectacular haciendo vibrar al personal. El resto mantiene más o menos el nivel, sobre todo Los ruinas de Nene Cheza y la gente de Juan Fernández.
En chirigotas la competencia es digna de alabar. Estamos asistiendo a un renacimiento, en cierta forma, de la forma más divertida de concebir el Carnaval, una vuelta a los principios de este siglo donde era la modalidad más en auge del certamen. A la confirmación del primer premio de 2008, este año bajo la denominación de Salón de Belleza El Tijerita se ha unido un ramillete de grupos que, si mantienen el nivel, podrán estar perfectamente en la gran noche del día 20. En este pelotón habría que incluir necesariamente al Selu, que dejó unas excelentes sensaciones en su actuación del pasado lunes. Tampoco podemos olvidar a El Yuyu, que ha dejado bien contentos a su ingente legión de seguidores que siempre le esperan. La sorpresa importante puede venir con Vera Luque, una de las chirigotas más completas de la presente edición. Mantienen el nivel, que siempre es difícil, la gente de Manolín Gálvez, El Canijo o el Sheriff, aunque quizás perdió algo de fuelle en el segundo pase. Mucha atención para ediciones venideras con el personal que viene por detrás apretando fuerte, personificado en Huele a ropero. El grupo de Sevilla volverá a estar en semifinales
En cuartetos, una vez más hay que volver a hablar casi en exclusividad del Gago y El Morera.
Un corte que se asienta y va ganando en nivel
Análisis
Por Francisco Márquez , 0:00 h.