De las mareas de personas (hasta doblar con holgura la población de Cádiz) a las concentraciones en espacios puntuales de la ciudad. Cádiz vivió su segundo fin de semana de Carnaval en un entorno de relativa normalidad. Y es que la proporción de coplas y de incidentes fue inversamente proporcional a los primeros días del Carnaval. Una pauta que fue palpable en la noche del pasado sábado. La madrugada del domingo dejó como saldo menos incidencias que las ocurridas en el mismo día una semana atrás.
De hecho, el botellón permitido en las calles del centro se focalizó en zonas puntuales como el barrio de La Viña, San Antonio o la Catedral. De hecho, el concierto de Pitingo (al que, según fuentes municipales, acudieron 3.000 personas) fue la excusa perfecta para continuar el botellón en San Antonio y alrededores, incluida la plaza de Mina. La plaza de la Catedral fue otro punto de botellón donde se pudo ver la cara menos amable de la fiesta, al igual que en zonas de la Viña, como el Corralón. En cualquier caso, la madrugada transcurrió sin sobresaltos.
Así lo confirmó el Ayuntamiento de Cádiz que destacó la actuación de la Policía Local en las inmediaciones de la plaza de Sevilla. Allí, interceptaron a cinco menores de 15 años que se encontraban en estado de embriaguez. Ese fue el motivo por el que los agentes optaron por localizar a sus tutores a los que fueron entregados. Uno de ellos, sin embargo, fue trasladado en ambulancia al presentar una intoxicación etílica más aguda.
Precisamente, desde Alerta 112 explicaron ayer que tanto la noche, como la jornada de ayer transcurrió sin sobresaltos. Desde las 00.00 del domingo a las 18.00 horas de ayer, 112 atendió 8 incidencias en la capital, «todas ellas relacionadas con el Carnaval». De estas actuaciones, la palma se la llevaron las intoxicaciones etílicas, derivadas de estos días de permisibilidad con el botellón.
Desde Policía Nacional, confirmaron que la noche del sábado transcurrió sin incidentes, aunque con una elevada asistencia a la Carpa Municipal. Un contexto diferente al de la noche del viernes, en la que los agentes se vieron obligados a sofocar varios conatos de peleas y a detener al portador de un arma blanca.
En esta situación de mayor tranquilidad en las calles (en buena medida motivada por la coincidencia con el Carnaval de los distintos pueblos), la Policía Local pudo poner especial atención a los puntos de venta de comida ilegales. En la jornada y la noche del sábado los agentes municipales intervinieron un total de 200 kilos de carne que fue destruida. Toda pertenecía a 9 puestos de venta de hamburguesas y demás productos cárnicos distribuidos por la plaza de la Catedral, Compañía y Pelota.
Además, de intervenir la carne, la Policía Local se hizo con siete bombonas de butano, cinco quemadores y dos generadores eléctricos. En La Viña se intervino y se denunció a dos individuos por venta a granel de sangría.
Las intervenciones de carne y demás productos se han convertido en una constante de los últimos años de Carnaval y, en concreto, de este fin de semana. De hecho, durante la jornada y la noche del viernes, la Policía Local también intervino diversos productos cárnicos que se preparan en improvisados carros metálicos con planchas para cocinarlos. En esa ocasión fueron 90 kilos los intervenidos y cinco denunciados, todos ellos de Jaén. De esta forma, el total del fin de semana se ha saldado con un total de 290 kilos de carne que fue confiscada y posteriormente destruida.
En lo que se refiere a actos vandálicos, el Carnaval de este año se ha saldado con pintadas en edificios emblemáticos como la Catedral o la iglesia de Santiago, además la quema de la figura de la Bruja Piti que hizo que los gaditanos se quedaran sin despedida oficial del Carnaval durante el 2012.