Valoración: AQUÍ SE QUEDA 
La presentación de la comparsa de Germán Rendón llega con la fuerza demostrada en los anteriores pases, con ese murmullo de olas que, con el forillo, te traslada a La Caleta, que “es sagrada”.
Antes de la tanda de los pasodobles ya hay expectación por ver con qué sorprenderá el joven comparsista, docto en ajustar cuentas a letras. La primera, a un tema poco tratado en el COAC, el pin parental. “Un hijo es la victoria, dudas hasta del aire. Pero nunca una propiedad de nadie”. Dicen a las claras que la educación “le enseñará a tolerar a los que sienten diferente, para adoctrinar ya está el televisor y las iglesias”. Con dureza recomiendan que “no trates a tu hijo como una mercancía”. “Si te preocupa que lo adoctrinen, dedícale tu valioso tiempo”. No se puede acusar a estos resilientes de no mojarse. En el segundo, se ponen romanticones. Buscan un amor sincero “en los tiempos del todo vale”, del “carpe diem cobarde, donde se enferman los corazones”. En una bella letra, quieren un amor que “me baje al suelo para desplegar mis alas” y en el que “las canas sean el testigo de lo que hemos luchado”. “Yo quiero un amor de los eternos, como mis padre se amaron”. Cuando se ponen tiernos…
En los cuplés, vuelve la poca vergüenza. El primero, a que se tira de todo en el inodoro, “hasta uno con un cartel de compro oro”. Para solucionarlo viene un amigo del Kichi, que “quiere hacer los bajantes con carril bici”.El segundo, a la basura que han sacado de La Caleta. Todo se reutiliza, hasta el hachís que encontraron lo reciclaron y se lo fumaron. “Y un condón usado… con un cangrejo con un saborcito…”. Regular este segundo.
El popurrí vuelve a ser un alegato gaditano ambiental, con mensajes continuos a no quedarse parados. Se siguen descubriendo frases, como la de “la cadena catastrófica es interminable”. De nuevo, preciosa la despedida con “qué bonito es ser de Cádiz” con ese juego de voces, como una batalla por todo lo alto.
FOTOS: Comparsa ‘Los resilientes’ en el COAC 2020