Está consolidado. Es la primera y principal conclusión del carrusel de coros de Segunda Aguada. Esta mañana ha sobrevivido a los cambios de horarios e incluso a las dificultades de la organización, que llegó a declararlo suspendido el jueves por la tarde y volvió a convocarlo el viernes. Finalmente, el público lo llenó como siempre, con ese carácter familiar y turístico que le da un aire distinto, más afable y amplio que los del casco antiguo. Acudieron 13 coros y varias ilegales. Empezó a las 13 horas (60 minutos antes de lo tradicional) y terminó a las 18 horas (mucho antes de lo habitual) para que los coristas pudieran participar en el pregón de Julio Pardo, al que estaban todos invitados. La avenida de Lacave tuvo especial actividad carnavalesca a partir del cruce con la calle Trille. Los bares del entorno registraron el llenazo de cada Carnaval y apenas percibieron un leve descenso de público. Salvador Muñoz, de la Unión de Comerciantes de Cádiz, mostraba al término su satisfacción por “el magnífico ambiente” y resaltaba que pese a los problemas previos “este carrusel es una cita fija para muchos visitantes y muchas familias que pueden disfrutar de otro formato, en vías más anchas y espaciosas”. Con todo, comerciantes y coristas han renovado su intención de que, a partir de 2012, la convocatoria y los preparativos de una cita que ya parece fija en Extramuros pase a manos del Ayuntamiento.
la fiesta en la calle
Segunda Aguada resiste como enclave corista
El Carrusel de Extramuros acoge a 13 coros y varias ilegales con gran ambiente familiar pese a los cambios de horario y las dificultades organizativas previas
Por José Landi
, 19:38 h.