Roberto Leal, presentador de Operación Triunfo y fiel aficionado al Carnaval de Cádiz. Foto: José Irún

COAC 2020

Roberto Leal: “Presentar las Campanadas te da el mismo pellizco en el estómago que subirte a las tablas del Falla”

El presentador de Operación Triunfo regresa este jueves con su chirigota: "Me gustan todas las coplas buenas porque yo soy del buen Carnaval, sin nombres"

Por  6:50 h.

Se define como periodista, corredor y carnavalero en su cuenta de Twitter. Es de Alcalá de Guadaíra y en su madurez profesional reconoce que el Carnaval de Cádiz le ayuda a reencontrarse con sus orígenes, con su cultura y con los recuerdos de un chaval que iba allá por el año 1999 en coche a la universidad escuchando carnavales.

 

Su sonrisa es eterna, casi tan grande como su corazón. Su naturalidad hace que tenga un encanto especial y su acento demuestra que lleva a gala su tierra y sus costumbres. Es Roberto, Leal por mamá Mercedes y Guillén por papá Pepe… un carnavalero más, quizás el más mediático de todos, quizás el más sencillo de todos…

 

-¿Cuándo y cómo nace tu afición al carnaval?

 

-Mi afición al Carnaval es de siempre, desde que era un chaval adolescente pero mi participación de lleno llegó en el año 2000. Primero salí como figurante y luego ya como letrista y componente. ‘Los capullos de la rosa’ (íbamos de paparazzis de prensa rosa) fue mi primera chirigota como intérprete y autor.

 

-Alcalá de Guadaíra es una tierra donde se vive con pasión nuestra fiesta pero ¿cómo se le ocurre a un chaval joven empezar a escribir una chirigota y montar una agrupación?

 

-A mi no se me ocurrió nada, fue más bien que ellos me buscaron y pensaron en mí. Mi grupo de amigos de Alcalá ya era aficionado y ya sacaban chirigotas. El primer año iban de tasqueros y me dijeron que saliera de figurante con ellos. No canté pero le cogí gustillo a aquello, era el año 1999. Ellos me metieron el veneno y ese veneno fraguó en mí. Dos años después de aquella experiencia ya cogería la autoría completa con Jaime Piña y Jesús Gómez.

 

-¿Una persona tan conocida como Roberto Leal y con una agenda de trabajo endiablada de dónde saca tiempo para el Carnaval?

 

-Lo de sacar tiempo es complejo, pero al final si algo te gusta buscas ese tiempo. El día tiene 24 horas y tienes que dormir, trabajar y dedicar tiempo a la familia pero siempre se saca algún ratito para escribir en los viajes, en algún avión o en el tren, en las noches de hotel, en las madrugadas… al final siempre sacas tiempo. Lo importante no es tener tiempo sino estar inspirado porque es verdad que todos los días hay que aportar algo y yo si no fuese por Jaime que me ha estado animando y empujando por ‘whattsapp’ no hubiese sido capaz. Él es mi compañero escribiendo y también mi ‘couch’ y animador. Me ha estado metiendo tal presión que este año por primera vez en muchísimos años antes de la Navidad ya teníamos el repertorio casi completo.

 

-¿Qué supone el Carnaval en tu vida?

 

-Para mí es una manera de vivir. Yo vivo Carnaval todo el año. No lo escucho todos los días pero cuando me pasa algo o vivo alguna situación concreta siempre recuerdo alguna copla que he escuchado y de alguna manera eso supone volver al recuerdo y a momentos de mi vida que llevo muy a gala.

 

 

A mi me encanta viviendo en Madrid que la gente de mi alrededor me pregunte por las coplas que yo siempre voy tarareando y yo les cuento de qué agrupación es y aprovecho para hablarles del Carnaval. Nací en Sevilla, en Alcalá de Guadaíra, y nosotros allí el Carnaval de Cádiz siempre lo hemos vivido como una fiesta andaluza, gaditana y universal.

 

-¿Qué autores o agrupaciones han marcado tu vida?

 

-Al final todos coincidimos en los grandes nombres, pero yo no soy de ningún autor concreto porque creo que quien diga un solo autor es sinónimo de que no le gusta el Carnaval. El buen aficionado lo es a las coplas y a los repertorios y no al nombre que las firme.

 

A lo mejor hay pasodobles que me llegan o cuplés que me tiran al suelo de risa y son de alguna agrupación que no llevan la firma de ninguno de los grandes. Pues eso, yo soy del buen Carnaval, sin nombres.

 

-Después de una larga y exitosa carrera profesional que te ha llevado a residir en Madrid, ¿qué queda de aquel chaval que escuchaba coplas en su coche camino de la facultad?, ¿te ayuda el Carnaval a reencontrarte contigo mismo?

 

-Queda todo. Al final escuchar Carnaval es acudir otra vez al chaval de su tierra y echar raíces. Yo llevo muy a gala de dónde vengo y creo que es una manera de conectar con tus costumbres, con tu cultura y tu manera de ser. No podría haber dejado de escuchar carnavales en todos estos años viviendo fuera porque yo los echo de menos.

 

A mí siempre que me preguntan digo que cuando me fui a Madrid yo echaba de menos a mi familia, a mis amigos y a mi chirigota. En mi descripción dentro de la biografía de twitter tengo puesto que soy periodista, corredor y carnavalero, lo llevo muy a gala.

 

Roberto Leal: “Me gusta más la chirigota; pegar un guantazo con la mano abierta y terminar con una sonrisa”

 

-Roberto Leal ha escrito chirigotas fundamentalmente pero también ha colaborado con letras en alguna que otra comparsa. ¿Cuál es tu modalidad favorita?

 

-La chirigota. He escrito pasodobles a comparsas porque también me gusta meter el dedo en la llaga en temas sociales y el Carnaval es para ello un gran altavoz pero mi modalidad preferida es la chirigota, para mí es la reina de la fiesta.

 

Pasar un buen rato, con ironía, escuchar a veces letras que te pegan un guantazo con la mano abierta y encima terminar con una sonrisa en la cara… eso es único.

 

-¿Con qué recuerdo te quedas de aquellos COAC en los que pisabas las tablas del Falla con tu chirigota?

-Me quedo con muchos recuerdos, pero sobre todo con la primera vez que cantamos en el teatro. Éramos ‘Los matones del rey’ y no se me olvidará nunca cuando subió el telón y me encontré ante un Gran Teatro Falla que yo estaba acostumbrado a verlo desde la otra perspectiva.

Me vi allí por primera vez y se me cogió un pellizco dentro que no se me olvidará en la vida. Son unos nervios bastante intensos pero a la vez muy bonitos y al final cuando se habla del veneno del carnaval tiene mucho que ver con eso.

 

-Y este año te lanzas de nuevo como autor y presentas una nueva propuesta… ¿qué esperas del concurso?

 

-Pues mira no te voy a engañar. Yo creo que la chirigota puede gustar. Tiene un repertorio completo, la puesta en escena me encanta y creo que el tipo es original. A partir de ahí puede pasar cualquier cosa, pero al Falla y al Carnaval de Cádiz hay que tenerle un respeto y nosotros venimos preparado y con ganas de disfrutarlo.

 

Aquí no se puede venir con inseguridades porque se te ve rápido el cartón… el grupo para mí es nuevo y está formado por componentes de muchos pueblos cercanos (Mairena, El Viso del Alcor, Sevilla, Alcalá…). Ellos querían cambiar de rumbo y nos buscaron a Jaime Piña y a mi. El autor de la música es Carlos Pichón y a él sí lo conocía porque yo estuve con él escribiendo parte de la letra de una agrupación que estuvo en el Falla hace muchos años.

 

.¿Qué da más nervios?, ¿participar en el Coac o presentar las campanadas de fin de año en TVE? 

 

-Son nervios diferentes, no podría compararlos nunca. Ponerte delante de una cámara que sabes que detrás puede haber 4 millones de personas durante las campanadas y ponerte delante de un público tan exigente y sabio como el del Falla sí coinciden en una cosa y es en ese pellizco que se te coge en el estómago y es síntoma del respeto a lo que estamos haciendo.

 

Cuando por mucha experiencia que uno tenga siguen apareciendo esos nervios es síntoma del respeto que le tengo y que espero no perder nunca.

 

-Sí tuvieras que explicar qué es el Carnaval de Cádiz a alguien que nunca lo haya conocido ¿cómo lo harías?

 

-Es inexplicable y no es un tópico. Lo más fácil y sencillo es invitarlos a venir y que lo conozcan. Conseguir que alguien tenga esa curiosidad por venir a Cádiz a descubrirlo y que se haga su propia impresión es una muestra más de la magia universal que tiene este Carnaval.