¿Relevo generacional? La cantera del COAC irrumpe en el Falla

Varias agrupaciones jóvenes llegadas de las categorías inferiores marcan el camino para el próximo relevo generacional del Carnaval de Cádiz

El año pasado los componentes de ‘El pequeño fantasma’ abrieron una de las sesiones de los cuartos de final como invitados tras su primer premio en juveniles. 365 días después lo harán por derecho. Lo explica David Domínguez, horas después de que la comparsa Los Primerizzos superase el primer corte en su estreno. «Pasar a cuartos el primer año de adultos después de unos años en la cantera supone una alegría inmensa, sobre todo para los chavales», manifiesta el autor.
Un éxito destacado que se une al de la comparsa de la cantera el año anterior. ‘Los niños sin nombre’ alcanzaron las semifinales, siendo quizás la sorpresa más grata del concurso. En esta edición, ya consolidados como cabezas de serie en su modalidad, han vuelto a generar muy buenas sensaciones con ‘La Ciudad de Dios’.
Son varios los factores que hacen presagiar un relevo en el concurso. Y por primera vez en casi 20 años se puede hablar de una generación de grupos rodados en la cantera del Falla que llegan a la categoría de adultos con varios éxitos a sus espaldas y experiencia en las tablas.
‘Los Primerizzos’ son el ejemplo más reciente. Un grupo formado por los integrantes del primer (El pequeño fantasma) y segundo premio (Ciudad fantástica) de la categoría de juveniles en 2019. Como concluyen en su presentación, están preparados para «que comience la función».

De la misma forma, ‘La Ciudad de Dios’ mantiene el grupo del año pasado, consolidado tras años de éxito en juveniles. En la misma modalidad, la comparsa de Germán Rendón lleva varios años siendo una de las más esperadas del concurso. Por su parte, el Coro de los Estudiantes destaca por sus propuestas novedosas a la vez que por su juventud; en sus tres primeros años en adultos ha alcanzado tres finales.
Y todo parece ir a más. El compromiso de carnavaleros consagrados con las categorías inferiores es cada vez más destacado. Año a año autores y componentes de renombre apadrinan grupos de jóvenes en las distintas modalidades. Destacan el Chico (y el sorpresivo talento de los dos hijos de su compañero de cuarteto, el Gago), Manolín Santander o Ivan Romero, entre otros.
El ‘boom’ de la cantera se hace notar también en la venta de entradas, que se agotaron en apenas unos minutos. Las categorías inferiores, que cada vez cuentan con un mayor número de agrupaciones –con la consecuente mejora del nivel–, genera año a año más interés entre los aficionados carnavaleros.
La moda recuerda, salvando las distancias, a alguno de los concursos de juveniles de finales de los 90. Tino Tovar, Vera Luque, Jesús Bienvenido, Kike Remolino… los autores de aquella generación llenaban el teatro con pases muy dignos, impropios para su edad.

Es casi imposible establecer una comparativa en cuanto a calidad con una generación que marcó una época, pero hay indicios, sensaciones, que recuerdan a aquellos años dorados. «La cantera está empezando a vivir una segunda época dorada, también gracias al interés y al trabajo que se está realizando desde distintas asociaciones y por parte también de los autores que siguen ahí al pie del cañón. Los medios están ayudando mucho a la difusión y de ahí un mayor interés de los aficionados, que antes ni tan siquiera se imaginaban la calidad que tenían algunas de las agrupaciones de la cantera», resume David Domínguez, ‘El principito’.
Poco a poco esos autores y grupos de finales de los 90 fueron incorporándose a la modalidad de adulto a distinto ritmo. Con el paso de los años se consolidó un relevo generacional que coincidió con la década de mayor expansión –y para muchos mayor esplendor– del concurso. Las similitudes son destacables y el futuro prometedor, aunque queda mucho camino por recorrer.