¿Por qué Martínez Ares es el único autor puntero que cuenta con un segunda en la fila de delante? ¿Qué es lo que se busca para encontrar a un buen punta jurado, ese intérprete que canta prácticamente a los oídos de los jueces del Concurso? LA VOZ del Carnaval reflexiona junto a grandes directores del momento sobre la distribución de las voces de las comparsas en el escenario. ¿Cuál es el objetivo? Cada cual tiene su manera de entender la interpretación musical y por ello las diferencias. Aunque todos coinciden en que una agrupación es como un equipo que ha de estar equilibrado en todas sus líneas.
Una amplia formación en primera fila abarca mayor espacio para desarrollar el concepto escénico si ello se requiere. Los segundas dan profundidad a la obra, los tenores son decisivos para aguantar la melodía en las puntas y contraltos y octavillas dependen del gusto del director; si quiere más brillo en las voces agudas o mayor conjunción uniendo los tenores. Así opinan Rafa Velázquez, Kike Remolino, José Otero y Vicente Lázaro, ‘Laly’.
Rafita Velázquez, director de la comparsa ‘La chusma selecta’
La situación en escena de la comparsa busca un objetivo evidente y es que las octavillas y las segundas estén resguardadas por tenores “obreros”, como les llama el director Rafita Velázquez refiriéndose a Miguel Nández, Hugo León y a él mismo. Las puntas las ocupan Miguel Nández (punta Jurado) y Hugo León (punta prensa o cabeza caliente de tv) para intentar compensar el grupo y que siempre prevalezca un tenor potente en los extremos de la agrupación con el apoyo del tenor mantenido por Rafa Velázquez en el centro.
El grupo introduce una variante respecto a la formación tradicional de la modalidad y es que sitúan a un segunda (Feni) en la fila de delante. Con esta posición buscan aportar una mayor profundidad y armonía al conjunto teniendo en cuenta que Feni realiza durante el repertorio registros natos de segunda y en varias ocasiones ejecuta una voz a medio camino entre la segunda y el tenor que Antonio Martínez Ares y su grupo han bautizado como ‘tenorunda’ y que embellece de forma armónica la melodía principal.
El otro segunda de la agrupación se sitúa en el centro de la escena pero en la segunda fila. Manuel sí realiza voces de segunda con mayor profundidad e incluso voces aún más graves que podrían considerarse una tercera respecto del tenor. La situación centrada está pensada para que su proyección se realice desde el corazón del grupo y el público la perciba con nitidez desde el frontal y ambos flancos de la comparsa.
Martínez Ares arropa a los octavillas y contraltos con tenores de referencia a su lado. De este modo Fali Vila tiene a Nández a su lado, Nico a Rafa Velázquez y Fali Figuier a Hugo. De este modo el componente que tiene que subir siempre puede apoyarse en el tenor de referencia que tiene a su lado. Así, Ares busca ofrecer un sonido nítido y cohesionado, más unísono.
La labor de afinación e introducción de voces en esta comparsa recae directamente en el autor, que es el responsable del montaje vocal y la disposición de sus hombres en la escena. No es lo habitual pero Martínez Ares ha optado por ofrecer sus coplas en una formación peculiar de siete componentes en la primera fila.
Kike Remolino, autor de la comparsa ‘Los encaidenaos’:
Kike Remolino entiende su comparsa como un equipo que debe mostrarse equilibrado. Por ello, las personas encargadas de realizar partes brillantes y agudas durante el repertorio están situadas en las posiciones más resguardadas por tenores.
Las esquinas de la comparsa son ocupadas por tenores natos y quienes van detrás de ellos (traspuntas) también son tenores. De este modo Kike sitúa en la fila delantera y junto a cada punta de su comparsa a dos personas que suben (Gordi y José de Chiclana) para que estén arropados.
Ale de Huelva, que también efectúa varias voces por arriba durante el repertorio, ocupa junto al autor la parte central de una fila delantera que forma con 6 componentes.
“El Falla suena muy seco, te escuchas solo, y por eso prefiero en las puntas tener a tenores que sean autónomos y solventes para que las voces por arriba no se pierdan en esas posiciones y se aprovechen mejor en el interior del bloque”, comenta Kike, que también hace hincapié en que los puntas por su posición deben ser tenores expresivos, elegantes a la hora del movimiento, “personas que sepan mover los brazos”.
Kike utiliza los tenores que ocupan la posición de traspuntas para realizar con ellos los diversos coreados que embellecen al repertorio. A ellos dos se le suman en esta labor los componentes encargados de la instrumentación que también cantan durante todo el repertorio. Los segundas de esta agrupación ocupan por tanto la parte central de la fila de atrás. Al autor le gusta que estén reunidos y la cuerda de segunda suene más en bloque.
José Otero, director de la comparsa ‘Oh, capitán, mi capitán’
La comparsa de Tino Tovar ‘Oh, capitán, mi capitán’ forma con siete delante para tener más anchura en el escenario, y así ocupar mayor espacio escénico. “Esta idea merece esta formación”, apunta José Otero, que otros años ha optado solo por cinco. El propio Otero se erige como referencia en el centro, para así controlar la agrupación, que todos estén bien colocados y para recordar las letras a cantar. Intenta fijar los movimientos dentro de la caja escénica, donde se logra la resonancia perfecta, aunque es inevitable que a veces den el paso adelante por la emoción.
En las puntas van voces potentes, pues son ellos los que abren el sonido en el Teatro. En este caso, José Helmo es la nueva incorporación y se coloca allí al tratarse de una voz clara, fuerte, y además manejar muy bien la interpretación. La mímica, como apunta Otero.
Voces potentes, ya que ellos abren mucho el sonido en el Teatro. Y también por la mímica, especialmente el del Jurado. José Helmo. “nos fijamos en lo bien que canta, voz muy clara y se mueve bien.
No me gustan los segundas adelante, sino detrás, para darle profundidad a la comparsa. Y si hay que hacer alguna en un dúo, también mejor para apoyar los montajes. Delante no puede hacer los dúos que nos gustan”.
En traspunta, tenores potentes, al igual que los puntas. “Para dar mayor amplitud a la comparsa”. Uno de ellos, Joaqui, “es quien hace las voces de los dúos por arriba. Deben tener tesitura amplia y bastante potencia, para jugar con las repeticiones”. Con respecto a la imagen, bromea. “Todos los feos los llevamos atrás. Ahora en serio, no nos fijamos en eso”.
Vicente Lázaro ‘Laly’, director musical de ‘Los resilientes’
La comparsa de Germán G. Rendón ha optado por una primera fila de 5 componentes, un estilo más propio de las agrupaciones clásicas de los 70 y 80. Esto propicia que haya una persona clara en el centro, en este caso el autor, “imagen” de la comparsa y una de sus voces más destacadas.
En cuanto a las puntas, “suelen ser tenores natos, solventes tanto en la voz como en el movimiento”. Cantan más descolgados, menos arropados, por lo que se buscan intérpretes con personalidad que se maneje al margen de lo que estén haciendo sus compañeros en el escenario. Es clave pues es la voz más cercana al jurado, pero Laly asegura que en la distribución él sólo piensa en el público, nunca en los jueces.
Le da mucha importancia al traspunta (término que hereda de José Luis Mejías), que debe tener mucho poder, aunque tenga poca estética e imagen. Este último concepto es muy importante en el Carnaval actual, donde ya no sólo es importante el oído sino la vista, y una comparsa debe entrar por el ojo. Por ello hasta comprende que muchos grupos adelanten a componentes con buen aspecto que puedan ‘vender’ mejor el repertorio.
Para Laly, una comparsa es “como un equipo de fútbol. Ha de buscar el equilibrio, y dependiendo de los intérpretes/jugadores que tenga el autor, podrá hacer una cosa u otra”. El veterano director, un ‘segunda’ clásico que ha salido con muchos de los mejores creadores de este Carnaval, entiende que su estilo de voz se ajusta mejor “a la segunda fila. Da profundidad a la comparsa sin que se tenga que escuchar individualmente”.
Martínez Ares y Juan Carlos Aragón se han servido de segundas en la fila de adelante como Feni o Chema. “Para mí no es un segunda clásico. Son cantantes que tienen mucha calidad, que cantan muy bien y con una voz muy bonita Es distinto”. Y respecto al uso del contralto, “depende mucho de lo que busque el autor. A Ares le gusta mucho ese brillo, pero Bustelo o Noly son diferentes y por eso van más escondidos”.