Valoración:
Presentación dejan a las claras lo que son: “Las que quieren despertar de la dictadura de los cuentos”. “Basta ya de temer a la bruja y al lobo”. “Si un lobo se cruza en tu vida, no seas caperucita y grita”. No suenan del todo finas, con unos agudos que chirrían en algunos momentos. La idea y el mensaje son incuestionables, pero la forma de decirlo, tan directa lo son algo más. El tipo, mitad loba mitad caperucita, un hallazgo.
Primer pasodoble, empieza suavito. “Son amores distintos, se hablan pero sin voz”. Un pasodoble bonito que expresa el cariño de una mujer muda por su perro. Se está imponiendo, por lo que parece, el giro Chapense (o CaraPapiano) de reservar un giro final para causar efecto. El segundo, al drama de una niña de padres separados que no sabe si irá con su padre o su madre. “Me encuentro solita metida entre guerras, pero con 8 añitos no veo solución”. Al final piden ir con su abuela.
Primer cuplé, a los geles de placer. Se la echó su Diego en el pito de caña y le pidió a ella, por la cosa del placer, que se lo echara en los pies. Simpático. En el segundo, los juegos eróticos a resultas del disfraz de caperucita. El novio (suponemos el mismo que en el primer cuplé) se pone un disfraz de lobo “pero lo tiene todo grande menos el rabo”. Previsible. Choca un poco el mensaje feminista que enarbolan con esos cuplés.
En el popurrí siguen desarrollando tanto la metáfora de la ruptura de su papel de sumisa del cuento como sus problemas de afinación. Con idéntica insistencia. En una cuarteta buscan amparo en el flamenco para contar la historia de su abuela y es quizá donde se encuentran más cómodas. Sin duda, donde mejor sonaron. Se despiden con la esperanza de que las caperucitas “acaben el cuento a tu manera“.
Puedes ver aquí la ficha de ÉRASE UNA VEZ
FOTOS: Comparsa ‘Érase una vez’ en el COAC 2020