El coro de Juan Antonio Lamas volvía a reunir a sus fieles, satisfechos
con el proceder de la agrupación. Poco a poco, el patio de butacas se
iba animando merced a los gritos que llegaban de gallinero. El ambiente
se calentaba, pues se acercaba la actuación de la chirigota de Vera
Luque. Y nadie quedó decepcionado.
Silencio para saborear los pasodobles. Y risas para atender a los
cuplés. Tras un año muy difícil, la agrupación vuelve a conectar. Parte
del público despidió a los componentes entre palmas, al grito de
chirigota, chirigota.
Las palmas sonaban a compás. De nuevo Luis Rivero. Con dos
catalanes al frente. En el palco, la pregonera del Carnaval 2007.
Acudió por primera vez al Falla en este año para escuchar a su amigo
Paco Trujillo, que sigue aglutinando comparsas en su palmarés. También
se puso de pie al final, como gran parte del patio de butacas y muchos
aficionados de los palcos.
Todos corriendo al ambigú, a tope en el descanso. La calidad de las
dos últimas agrupaciones había impedido adelantar la cena. El público
se armaba para escuchar la segunda parte, de inferior nivel con
respecto a la primera.
Aún así, las niñas de Luis Ripoll siempre sorprenden con su puesta
en escena y los melódicos pasodobles. Los olés típicos y esos gritos de
ánimo a los componentes, radiantes sobre el escenario.
Foráneas
Y paso a las agrupaciones de fuera. Los botánicos de Calañas y
la chirigota de San José de la Rinconada buscaron la complicidad de un
público que ya estaba dormido.
Para el final, la chirigota de Trebujena, con muchos allegados
entre el público y a los que se ganó antes de abrir cortinas. También
estaba el alcalde de la localidad gaditana, Manuel Cárdenas, que
aplaudió después de la actuación. Una agrupación que se lo pasó muy
bien sobre el Teatro pese a lo intempestiva de la hora.