COAC 2020

Pase preliminares COAC 2020 de El barrio negro. Góspel a los dioses gaditanos

El coro de los estudiantes forma una fiesta afroamericana en las tablas del Falla

Por  21:26 h.

Valoración: BUENA  

 

Presentación con la música de Bruno Mars para un tipo peculiar: el de población de un barrio negro de los años 70 u 80. O de cómo la mostraban las películas americanas. Están todos los integrantes del coro sobre el escenario , salvo cuatro componentes. Cambian a los sones de ‘Freedom’ para hacer lucimiento vocal, en ocasiones algo descontrolado que impide entenderlos bien.

 

Para acometer el tango montan las gradas. La falseta es de las más interesantes que se han presentado este año en el COAC, con una ida y venida constante de sones gaditanos y una duración que, siendo larga, se desea que no acabe nunca. Como un Guadiana, aparece y desaparece, una delicia la propuesta de Rubén Cao. El primero, a la cantera. Comparan su pureza con el vinagre instalado en los adultos.  “Tenemos tanto que aprender de nuestra cantera”. Problema vocal en el remate que le quita contundencia a la letra. La segunda a algo ya cantado en el COAC, a la noticia de que faltaban camareros especializados, “que se pasen por el forro el convenio laboral”. Según ellos, se demanda “que no ponga mala cara si llega la hora del cierre y se cuela un despistado pidiendo mesa para 20”. “Y Horeca se lava la manos”. Aquí el remate suena mejor, pero sin terminar de estremecer como otros compañeros de modalidad.

 

La música en los cuplés, al tipo, tipo Gospel. El primero, a que la mujer le pide un satisfyer y él ha comprado una roomba. Cantado a dos voces aprovechando que es un coro mixto. el hombre dice que con la potencia que tiene la roomba, le va a aspirar hasta la campanilla. El segundo, echampelado, es una segunda parte del primero. A la roomba la pasean por el carril bici “de ella no damos ni una queja, y la companilla no veas cómo la deja” Ruptura del gaditaneo en el estribillo, tocado con batería, casi como una cuarteta de popurrí que acaba con broma al final y un “pa ti pa mí, pa ti pa mí”.

 

El popurrí, al estilo de este coro. Van cambiando las voces masculinas con las femeninas, con clara ventaja para estas últimas. Va relatando las andanzas del protagonista, dentro de la comunidad negra, “ya no regalo ni lágrimas, ni sangre ni sudor”. Es una lucha contra su pasado “puño en alto y revolución”. En algunos momentos, la música ahoga las voces, como cuando aparece el órgano. Lo que es innegable es que son capaces de resucitar a un muerto con los ritmos y la manera de interpretarlos.  “Canta conmigo hermano blanco, por el derecho a ser igual, pero distinto”, piden a la gente que toque las palmas. De nuevo, sensación de que estamos delante de algo distinto a un coro carnavalero, en una sensación parecida a la que se siente ante Luis Rivero. Emocionante la interpretación de ‘Killing me softly’ casi a capela y el escenario a oscuras, salvo las velas de los componentes, que convierten en una oración. Se despiden con una adaptación de ‘Oh happy day’ Es una agrupación que viene a divertirse pero, al contrario que otras muchas, lo hacen con un trabajo duro y una apuesta por exprimir las posibilidades de los componente.

 

Puedes ver aquí la ficha de EL BARRIO NEGRO

 

FOTOS: Coro El barrio negro en el COAC 2020