Valoración: REGULAR
La comparsa onubense se fabrica un repertorio polivalente para los concursos que sean necesarios. La puesta en escena es una declaración de intenciones. El camino está marcado de antemano.
Musical y literariamente suena demasiado parecido a Juan Carlos Aragón. Hasta en el punteo. Giros en la partitura, metáforas sobre el papel. En el primer pasodoble abren las puertas del Carnaval, el reino de los trovadores. Esa pretensión de dar un paso más desemboca en una pieza enrevesada, difícil de seguir, como la unión de varias melodías. Es lógico y hasta positivo tener influencias de los más grandes, pero hay líneas que son convenientes no rebasar para evitar las comparaciones. Y porque en este concurso de méritos se aplaude la originalidad.
La comparsa en sí es un homenaje al Capitán Veneno, así que no hacía falta el segundo pasodoble a su figura. “Tu canción carnaval, tan culta y callejera, tan sublime y tan canalla’. Correctamente escrito, con la dificultad de enlazar versos distintos de sus coplas más reconocidas, algunas con más o menos sentidos. La agrupación está trabajada y ensayada, y da un paso adelante con respecto al año anterior.
Salta el chistómetro en el primer cuplé (más vueltas que un manco en una barca, en este caso Falete, en un combo excesivo). Y luego, un mensaje soez contra los catalanes que critican a los andaluces y los tildan de flojos. Reivindicativo ¿?.
Actuación digna de este grupo onubense, que necesita desmarcarse de esos influjos demasiado acentuados y marcar su propio camino, si de verdad quiere tener opciones de dar un paso más. Es una comparsa afinada, bien escrita y cantada, pero como un enorme pelotón de ellas. ‘Los Carnavales, la libertad’. El final del popurrí es un claro indicativo cambiando de orden los versos de la presentación de ‘Los condenaos’. Allí en tierras choqueras disfrutarán de un buen Carnaval. Seguro.
FOTOS: Comparsa ‘El trovador’ en el COAC 2020