Pase de preliminares COAC 2020 de Los primerizzos. Unos niños que vienen crecidos
La comparsa, que debuta en la categoría de adultos, confirmó que estaba preparada para el salto
Valoración: PASABLE
La agrupación, que el año pasado ganó el primer premio de su categoría en Juveniles, se presenta con humildad, con tipo de componentes de circo. Frente a la explosión musical de muchas agrupaciones, ellos empiezan casi a capella en los primeros sones, antes de que bombo, caja y guitarras se unan. “Primera vez para sentir, primera vez para soñar”. Llegan a adultos “como el amor con el primer te quiero”. Probarán “a jugar con fuego aunque no sepa”. Que comience la función, a estos especialistas se les nota más sobrados de lo que dicen.
El pasodoble, como la presentación, se inicia con suavidad. Que vienen a presentarse. “Hoy me subo en el alambre, sin ningún miedo a caerme”, Teme a los leones “que se lo coman y me arrastren por la pista”. Música sencillita, que recuerda a Los niños sin nombre pero que entra muy bien. Claman contra los “cuatro payasos que cada febrero quieran cerrar sus puertas a los más pequeños. El circo es más grande si abre sus puertas al mundo entero”. Reivindicativo y directo. El segundo, más flojo, es una crítica a la Iglesia. Inciden en quiénes son para ellos santos: “quien da calor entregando mantas a los indigentes” y, en general, quien ayuda a los más necesitados en lugar de los que imparten sacramentos y magisterio.
Cuplés. Meten el ventolín en la letra, gran mérito. Van buscando el aerosol en el cajón de la madre, encuentran el satisfyer y acaban con los labios como el pato Donald. Buen remate. En el segundo, le regalan un robot de cocina. Le hace de todo, menos una cosa… porque no llega a la encimera. un poco verderones para ser tan jóvenes, pero cortitos y bien cantados. En el estribillo, animado y al tipo, le dedican piropo la ciudad: “Cádiz que aquí tu montas un circo y te crecen los enanos”
Llega el popurrí de este circo, en el que mantienen cierto tono tímido, pero en donde dejan que se luzcan las octavillas. Es casi una prolongación de la presentación, donde siguen relatando cómo es ese circo de coplas, donde no falta “la magia terna del glorioso capitán Veneno”. Tienen un número visual con bailarina con camisa de fuerza sentada en taburete que se libra de sus cadenas como metáfora. Bonito, pero parece un poco forzado. “Se dice que en la vida nada es como la primera vez, la sensación maravillosa del que empieza”. “Mi sueño ya se ha cumplido a la verita contigo”. Eso sí, anuncia que volverán: “No quieren que sea apague la llama que encendió el “primerizzo”. Aquí los esperaremos con los brazos abiertos. Hay comparsa para rato.