Valoración: MALA
Caña quí, pin, pin. Los jovencitos se estrenan en adultos con este cuarteto donde se aprecian las carencias propias de la edad y la inexperiencia. Todo el mundo tiene una primera vez, tan bonita a la par que j…, dura. Tres pescadores que echan la caña, a ver si pescan algo. Un manco, un inglés y un tercero. Un trío cuanto menos extraño. Parodia irregular, con chistes malos pero (escasísimas) salidas ingeniosas. Y buena interpretación. El descaro es clave en la modalidad, y con ello se meten al público en el bolsillo. Y es que desprenden ternura.
Al repertorio le falta madurez. Aún les queda dar el paso que supone este ‘ascenso de categoría’. Pero es mejor mantener esa ingenuidad que abusar del bastinazo y la mala lengua sólo porque la gente se ríe. Sobran siempre esas expresiones y rechinan todavía más en los adolescentes. Nervios y errores, olvidos. ESto es subsanable, lo otro debe ser corregido.
Cupleses reguleras ¡¡¡Al culo blanco de Franco!!!. Pero entre la negrura, algún golpe como que Kichi prefiere antes que el carril bici, la ‘carril-llada’. Constantes juegos de palabras en un tema libre corto, aunque extensísimo en el tiempo (o se hizo largo). Por ejemplo, su sobrina no va al cole porque se llama Nicole. La novia del portero del Madrid le dijo “quiero ‘courtois’ contigo. Y ‘courtuaron'”. Buhhhh. “Ángel le dijo al Cádiz que Subiela”. “El pin parental, pues pondrán otro pasalir”. Más gracioso es que el chef del mar le está dejando sin césped el patio de la casa de Neptuno. A cristina Pedroche le habrían encantado.
Ficha del cuarteto Caña quí, pin pin
Las imágenes del cuarteto Caña quí, pin pin