Paco Pellejo, entre la emoción y la impotencia

'La luz de Cádiz' se supera y dedica su actuación a su compañero, muy dolorido tras la agresión sufrida el pasado fin de semana

Este pase va por tí, Paco.

Así comenzaba la actuación la comparsa de Kike Remolino. ‘La luz de Cádiz’ le dedicaba su repertorio a un compañero que ha vivido unos últimos días bastante duros. Paco Pellejo sufría una brutal agresión el pasado fin de semana en La Algaba (Sevilla) y hasta el doctor le recomendó que no cantara por el hematoma y la inflamación que cubría su rostro. “Pero para no cantar me tienen que matar“, apuntaba en redes sociales ante el rumor de que descansaría en cuartos de final por prescripción médica. Y ahí pisaba unas tablas donde ha tocado el cielo y ha derramado lágrimas, de impotencia, como las de este martes.

“Me he sentido impotente porque tengo media cara dormida y en el Falla cualquier cosa te despista”, lamentaba el coplero, una de las voces más reconocidas de este Carnaval. “No me he sentido a gusto, así que tengo que sacarme la espina en semifinales”. Autoexigencia y presión que descargaban sus compañeros con abrazos y sinceras palabras de ánimo. “La comparsa ha cantado muy bien y me alegra muchísimo que me hayan dedicado la actuación”.

Detalles que uno siente pero que suelen pasar desapercibido en el respetable. Durante media hora, Paco ponía la mejor cara y apretaba para que el pasodoble brillara y la comparsa cuajara una actuación muy superior a la del primer pase. Hasta ponía a mal tiempo, buena cara, para sonreír con el cuple que le dedicaban por la venta de sus disfraces carnavaleros. “Jajajaja. Tenía que vender todos mis tipos porque ya no tenía sitio en casa. ¿Que si he tenido éxito? He vendido todos, hasta el de ‘La luz de Cádiz’ tengo vendido ya“. Una sonrisa que atenuaba momentáneamente su disgusto, como prueba de que la vida discurre con estos vaivenes y siempre ofrece un resquicio de luz.