CARNAVAL 2017

«Odio el Carnaval y odio que la gente se ría»

'Figue', la niña gótica del cuarteto 'Lo que el viento se llevó', reconoce que la aceptación del papel ha sobrepasado las expectativas

Por  21:01 h.
«Odio el Carnaval y odio que la gente se ría»

«Odio la playa», «Odio La Ventolera», «Papa, a ti también te odio». Tamara, la niña gótica del cuarteto ‘Lo que el viento se llevó’, ya se ha convertido en uno de los personajes de este Carnaval. Al día después, muchos gaditanos rememoraban sus palabras y su negativo mensaje se colaba por la noche en el Gran Teatro Falla.

Dentro del vestido negro aparece uno de las voces más cuarteteras de las últimas dos décadas, con sus apariciones y desapariciones y sus infidelidades con la chirigota de su amigo Bocuñano. José Manuel Figueroa aún saborea la actuación y se sorprende con la aceptación. “Esperaba que cayera bien pero ha sobrepasado las expectativas. Han cuajado todos los personajes y estamos muy contentos”.

‘Figue’ cree que han dado con la tecla: “Muchas veces nos comemos el coco con los tipos, con ideas muy enrevesadas, y después la más sencilla es la que entra bien al aficionado. Teníamos conceptos más arriesgados, pero no hay mejor inspiración que lo cotidiano. El mayor experto en sacar partido a estos personajes es Selu, con estereotipos de personas comunes y que puedes identificarlas. Es el camino a seguir, que la gente se vea reflejada”, entiende el intérprete, que disfrutó el pasado año con el primer premio de los comerciantes de A.L.C.A.R.A.J.O.

Tamara, por supuesto, “odia al Carnaval y que la gente se ría. De eso no tengáis ninguna duda”. Pero advierte de que “habrá algún momento en que los papeles se invertirán y algo le gustará a la chiquilla. Es el contrapunto perfecto al resto”.

Este cuarteto, el último eslabón

Figue se alegra de ser partícipe no sólo de un cuarteto gaditano, sino de un cuarteto de Cádiz, que ya no es lo mismo. “Estos autores siguen como si no hubieran cambiado las reglas, con un popurrí a la vieja usanza, como se hacía antiguamente, cantado y con partes de parodia para engarzar al no tener guitarras. Somos el último eslabón entre los cuartetos de antes y lo que desgraciadamente se hace ahora”.

La dificultad de esta modalidad estriba en que “te hartas de ensayar y te obligas a cambiar todo de una sesión a otra porque con el Youtube todo se hace pesado a la tercera vez que lo escuchas, ya no tiene gracia. Pero así tenemos a los autores exprimidos, porque es como hacer cuatro agrupaciones distintas. Al cuarteto se le ve poco color porque es la modalidad que menos vende y que tras el Concurso menos trayectoria tiene”.

Se encuentra sumida en una grave crisis, y para encontrar la justificación hay que remontarse muchos años atrás. “Para mí el golpe al cuarteto se le dio cuando se cambió el reglamento y se abrió la mano. 30 minutos para hacer reír y nada más. Pero hay formas y formas, unas pautas que hemos mamado desde pequeños y que son las que nos gustan. Cinco tíos parados, sin necesidad de correr, chillar, contar chistes… y a los repertorios de ahora los veo faltos de contenido”. Porque para Figue “el 80% es el texto y el 20% la interpretación. Pero cuando te ves corto tiras de lo que sea y pasa lo que pasa”.

“Se ha hecho mucho daño. Como cuarteto dicen que tienes que evolucionar, pero debes hacerlo sobre lo que hay. El nuestro no es como el del Masa y el Peña, pero posee cierta reminiscencia”.

En esta edición sólo compiten con el cuarteto de Javi Aguilera, y es que la lista se queda en cuatro grupos, con dos de bastante mejor nivel. “Lo de que sólo haya cuatro cuartetos es un hándicap, sobre todo porque llegamos de dos primeros premios. Si ganamos es lo normal porque no hay casi nadie, pero si perdemos la gente no se lo va a explicar. Por eso nosotros nos marcamos el listón y competimos contra nosotros mismos”.

No sería de extrañar que esta modalidad dejara de incluirse en el Concurso del Falla ante la falta de participación. Aunque Figue no cree que la sangre llegará al río. “Como Migue (Moreno) y Cossi descansen esto se quedará huérfano, aunque no soy tan agorero como Tamara. Pienso que esto puede ser cíclico, porque ya pasó algo similar y salieron Vera y Valdés. Volverán Morera y los Niños, de eso estoy seguro”.