ENTREVISTA

«Nos conocían como el Falla chico»

Manuel Santos Presidente de la Peña La EstrellaLa falta de socios y de ayudas económicas han puesto en serios apuros a las peñas carnavalescas, algunas de las cuales se han visto obligadas a cerrar

Por  1:38 h.
«Nos conocían como el Falla chico»

Lleva más de media vida ligado a la Peña de la Estrella aunque él, en principio, era cofrade. Manuel Santos, su presidente, cuenta que solía ir hasta la plaza de Candelaria para ver a sus cuñados. «Nos poníamos a charlar con ellos y pasábamos el rato». Pero hubo un cambio en la junta directiva y «vinieron a buscarme para que formara parte de La Estrella». De aquello hace ya 24 años y salvo en dos temporadas, «siempre he sido secretario o presidente». Ahora, dada la escasez de socios, hace de presidente, de secretario y de lo que haga falta. «Soy como Juan Palomo». Desde la experiencia analiza la situación en la que se encuentran las peñas carnavalescas de la ciudad, muchas de las cuales están intentando sobrevivir a duras penas.

– ¿Cuál es el estado de salud de la peña La Estrella?

– Se encuentra tirando a mal más que a bien porque somos sólo tres socios. Lo que pasa es que nos hemos sacado de la manga la creación del Foro de la Peña de La Estrella que tiene como 20 usuarios y gracias a ellos estamos resistiendo. De no ser por ellos, el año pasado ya nos hubiéramos planteado echar el cerrojo.

– ¿Y el resto de peñas?

– Intentan sobrevivir pero algunas no lo han conseguido. Demasiado ha aguantado El Erizo. Tenía sólo a Antonio que era el presidente y a dos más. Lo que pasa con las peñas, es que cuando llega el Carnaval, la gente se abre y cumplen con el requisito de hacerse socios para ayudar en lo que puedan. Montan y desmontan lo que haya que montar y desmontar y así se aguanta otro año más. Pero en El Erizo, con una persona sola no se ha podido conseguir. Hay que pagar la luz, el agua, el alquiler que pueden ser unos 300 euros… Y sin socios ni subvenciones no hay recursos.

– ¿Cuáles son los principales problemas que tienen las peñas?

– Creo que todas las peñas tienen dificultades para mantener el número de socios por lo que tampoco reciben dinero de sus cuotas y es más complicado aguantar. Además, están desapareciendo porque aquí nos estamos quedando sólo los mayores. Los jóvenes ya no quieren estar atados a una peña y mucho menos trabajar en los días de mayor disfrute. A la juventud le gusta venir, ayudar un poco en el mismo día pero se quitan rápido de enmedio. No aguantan estar aquí una semana encerrado de nueve de la mañana a diez de la noche.

-¿Qué papel cumplís?

-Sobre todo contribuir a dar mayor difusión a la fiesta. Desde hace unos años ponemos el tablao, organizamos los concursos para que se puedan escuchar las letras fuera del Falla y tenemos nuestros tres o cuatro días de fiestas y así ayudamos también al Ayuntamiento en la programación de los actos.

-En 2009 celebrasteis el 50 aniversario de la peña ¿Cuáles han sido los mejores momentos?

-Lo mejor ha sido poder mantener la peña abierta. Los tiempos en los que teníamos 25 socios y la gente venía a disfrutar. Esto era como una familia. Durante la conmemoración de los 50 años también vivimos momentos emocionantes como la representación de la obra que nos compusieron Julio Pardo y Antonio Rivas en el Falla. Salió perfectamente fue un auténtico boom. Lo malo fue que a partir de ese momento se fue yendo la gente.

– Sobre la pared hay numerosas fotos, ¿qué cuentan?

– Cuentan la vida de la peña. Desde el primer año que freímos pescado en la calle, y ya va para 38, hasta los ensayos generales que se hacían. Por aquí pasaron todos los grandes, Paco Alba, Enrique Villegas, Antonio Martín… Todos querían hacer el ensayo general aquí porque decían que era el ‘Falla chico’. Venían aquí, y según como se vieran las caras de la gente sabían si iban bien para el Falla o no. Este es el apodo. Aquí se llegó a hacer hasta un pequeño teatro.

– ¿Ya no se hacen los ensayos?

-Se han dejado de hacer porque a las agrupaciones ya no les interesan. Se ha podido comprobar con los grupos que han cantado en la Erizada y la Ostionada que eran sobre todo juveniles. El resto ya no quieren presentar sus credenciales antes de ir al Falla. Además están más recelosos y prefieren hacerlo a puerta cerrada. También hay que tener en cuenta lo que ha pasado en los últimos dos o tres años con las grabaciones y cómo han circulado por internet por lo que ahora no quieren arriesgarse. Nos hemos cargado los ensayos generales con esa tontería de grabarlos.

-¿Por dónde pasa el futuro?

-Por los foristas. Necesitamos que se queden para poder seguir adelante. Si se van, el futuro de las peñas es pegar el cerrojazo.