
Ramón Rodríguez Verdejo ‘Monchi’ alimenta sus dos pasiones, dos caras de la misma moneda. El fútbol le da de comer y le ha catapultado a las alturas de su profesión, al ser reconocido como el mejor director deportivo del mundo a los mandos del Sevilla FC; para compensar el sufrimiento de querer, necesitar, permanecer en el máximo nivel, se refugia en el Carnaval del que es un auténtico jartible.
Un ‘picao’ tragacoplas que no se ha perdido “ni una sesión” este 2017 “y lo que no pude ver en directo porque me quedé dormido lo he puesto después en internet”. Esta noche de martes ha acudido al Gran Teatro Falla, coincidiendo en el palco con su homólogo en el Cádiz CF, Juan Carlos Cordero. “No he tenido tiempo antes pero por fortuna vengo a una semifinal. Las tres sesiones son muy buenas, y debemos felicitarnos porque el nivel es más alto que otros años. Hay más calidad, más competencia e igualdad, y por arriba”.
Destaca la fortaleza “en comparsas, donde es un año especial por la despedida de Antonio Martín. Yo empecé a aficionarme con sus comparsas, con ‘Ángeles y demonios’, ‘Charlatanes de Feria’, etc. Martínez Ares ha vuelto a refrendarse, Juan Carlos llega al nivel, Subiela está dirigiendo una comparsa como él sabe hacerlo… pero si me quedo con algo es que Germán Rendón ha dado un paso adelante. En la próxima década tenemos ahí un Tino, un Juan Carlos o un Bienvenido”.
Asegura que le gusta “todo”, y sus amigos dan fe de ello. Pero siente una debilidad especial por Aragón. “Es algo distinto. Es algo subjetivo, para mí es como el Sevilla. Aunque no todos los años sea el mejor”.
Se queda con muchos momentos especiales, sobre todo ese adiós de Antonio Martín “que me puso los vellos como erizos. Yo crecí viendo a Caracol, Catalino… y verlos juntos de nuevo. Significa encontrarme con mi pasado. También me emociona ver como Carli Brihuega sigue en la brecha y de esa forma”.