Mi mejor terapia

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Lo mejor del Carnaval es la sonrisa, la carcajada, la alegría, la emoción…que se te meten por el cuerpo y que durante un ratito ayudan a que uno se olvide de las penas y de los sinsabores de este mundo. Lo mejor del Carnaval es que hay coplas que te invitan a la reflexión, otras te provocan admiración, y las muchas, te hacen soñar con que otro mundo es posible. Conforme uno va cumpliendo, surgen los recuerdos y la nostalgia se acentúa. Ya saben, «yo no cumplo años, yo cumplo Carnavales» que cantaban «las viudas de los bisabuelos del 55» del Noly, allá por el año 94.
Lo mejor del Carnaval es que la oferta es tan amplia cada año, (demasiada me atrevería a subrayar con un rotulador de color rojo fosforito bien gordo) que uno se puede saciar sin engordar, aunque el empacho vaya durar todo el año. Lo mejor del Carnaval es que existe realmente libertad de expresión para transmitir un modo de pensar. Cierto es que las opiniones no sufren censura, aunque después haya que acoplarse a las normas que gobiernan el concurso y aunque después, haya que acatar la voz del pueblo en la calle.
Lo mejor del Carnaval es que las agrupaciones pueden provocar tal conexión con el receptor, que llegan a convertirse en la conciencia de uno mismo. Es la típica situación en la que uno está escuchando la letra y nada más terminar, se maravilla de que un autor, al que no tiene el gusto de conocer en persona, haya contado de una manera sencilla y exacta todo lo que uno piensa. «Me está leyendo el pensamiento este gachó».
Lo mejor del Carnaval es que, aunque uno no esté de acuerdo con la visión de un autor, si su pluma y su música presumen de elegancia, el «oleee» te sale del alma. Lo mejor del Carnaval es que se trata de una fiesta abierta para todos, sin distinción de clases sociales. «Todos por igual, mis valientes». Lo mejor del Carnaval es que tiene más fuerza que lo peor del Carnaval que nos ocuparía otro espacio y otro tiempo y, precisamente esas dos cosas no me sobran, así que ni para mejor ocasión lo dejo. Lo mejor del Carnaval es que la VOZ de Cádiz me permite escribir sobre una de mis pasiones. Lo mejor del Carnaval es que, al menos para mí, es mi mejor terapia para combatir todo tipo de inclemencias.