La concejala de Fiestas, María Romay, se encuentra en el centro de la polémica por asuntos que poco tienen que ver con su gestión. Mientras que su disfraz acaparó la atención para bien y para mal, la organización del Carnaval 2018 y sus detalles desaparecieron del debate en la capital gaditana. Entre dimes y diretes, el presidente de la asociación de vecinos Cádiz Centro, Francisco Gómez, no encuentra eco: “Estamos hartos de decir que el ruido que hizo la carpa fue insufrible, como ya temíamos. Se superaron los decibelios permitidos con creces, sobrepasando los 80, según las mediciones que encargamos y pagamos los propios vecinos del centro”.
Pero lo que más molesta a este representante vecinal es que no se les atienda en el Ayuntamiento de Cádiz. Asegura que el alcalde no se ha reunido jamás con ellos y que la concejala de Fiestas los “recibió una vez y nunca más quiso hablar con nosotros. Quizá porque no le gustó lo que le dijimos”, apunta Gómez. Aquella primera y única reunión fue frustrante para los vecinos, ya que Romay “no iba dispuesta a escuchar o negociar una solución adecuada para los vecinos, sino que traía un mensaje inamovible. Le propusimos que la carpa se instalase en el muelle pesquero (algo que se desestimó rápidamente porque el puerto está en obras) o en el margen izquierdo de la estación de tren, donde ya se hizo años atrás y no molestó tanto. Pero ella no iba dispuesta a cambiar nada. Solo a decirnos que iría donde la habían puesto antes”.
Una vez superado este Carnaval 2018 se confirman los temores de los vecinos, quienes aseguran que poco ha cambiado, a pesar de que desde el Ayuntamiento anunciaron medidas para bajar ese nivel de ruido. De hecho, María Romay explicó en rueda de prensa que se tomarían todas las medidas necesarias para que el impacto fuese el menor posible.
Pero el presidente de Cádiz Centro asegura que “chocamos con un muro” cuando intentamos hablar con el Ayuntamiento. No entienden por qué no se baraja otra ubicación. Son prudentes al asegurar que comprenden que la empresa que instala la carpa tenga sus preferencias en cuanto a la ubicación en el frontal del muelle pero también piden que el Ayuntamiento defienda el bienestar de sus vecinos.
“En estos momentos hemos presentado la reclamación por sobrepasar los decibelios permitidos al Consistorio, y después a los medios de comunicación, por este orden. Estamos esperando respuesta. Si no la hay, tomaremos otras medidas. Ya contamos con sentencias como la del Tribunal Superior de Navarra que ha condenado a la empresa organizadora de una fiesta por una situación similar y a la administración pública que lo permitió”, apunta Gómez.