Manolo Cabaña canta desde el tercer anfiteatro

Por  9:33 h.

La desgracias personales parece que se están cebando con los coros en los últimos tiempos. La Viña vivió un final de 2008 y un inicio de 2009 terrible tras las muertes de Jesús Monzón y su hijo José Luis Monzón, dos históricos Antifaces de Oro,  santo y seña del Carnaval en el último medio siglo. Este año, el mazazo lo recibía el coro de Fali Pastrana, tras el fallecimiento de Manolo Cabaña en la víspera de Reyes. El concurso del Falla siempre suele ser solidario con todas aquellas situaciones dramáticas que viven los grupos y con sus integrantes. Este año, sin ir más lejos, el concurso se dedica en su integridad al cincuenta aniversario de la comparsa, en el que se presta especial atención a los supervivientes de Los pajeros, el grupo de Paco Alba, que hizo historia al instaurar, en cierta manera, la modalidad. Sin embargo hay detalles que merecen destacarse de un modo muy especial y que no pueden pasar inadvertidos como efectivamente no pasan. Fue lo que sucedió el pasado jueves con la actuación de coro de Fali Pastrana, Los tangueros. En la calle del forillo figuraba el nombre de Manolo Cabaña, bien visible y para que todo el mundo lo viera. Y el coro sonó mejor que nunca, porque la voz de su bajo no faltó desde el tercer anfiteatro. Allí comparte homenaje con los que ya no están de Los pajeros y otros muchos que se fueron.