El Carnaval 2011 ya tiene a su primera protagonista, su primer nombre propio. Antes de que el pregonero lo sea o de que los autores puedan colgarse la etiqueta del primer premio, una joven estudiante de Magisterio gaditana, de 18 años, se ha puesto la corona que ya lucirá hasta el próximo febrero. Es Lucía García Suárez. De las nueve ninfas, fue la elegida para portar la corona y la banda blanquiverde que la designa como representante de la mujer en la mayor fiesta popular gaditana. Su nombramiento fue la culminación de una ceremonia sencilla y sobria, pero amena, ambientada en el cabaret y que hizo bailar a todas las aspirantes al ritmo de Beyoncé o ‘You can leave your heat on’ de Joe Cocker. Con esa línea argumental picarona y retro, que habría permitido perfectamente la aparición de algunos componentes de la comparsa ‘Juana la loca’ transcurrieron los 45 minutos de un acto que supo compaginar la simpleza del Carnaval de Cádiz con gotas del espectáculo de otras fiestas similares de Canarias.
El momento más emotivo de la tarde lo puso Mariana Curado, la Diosa de 2010 que daba el relevo. En una clara reivindicación de las raíces locales, recordó a los presentes que lo que vestían eran “disfraces, no trajes de gala” y animó a la nueva reina carnavalesca y a sus ninfas “que piensen siempre en Cádiz”. Se despidió con un baile por tanguillos, los inevitables ‘Duros antiguos’, y animó a las ninfas salientes, a las entrantes, a las del pasado y a las del futuro: “El recuerdo de lo vivido no nos lo va a quitar nadie”. Inmediatamente después, ante unas mil personas que consiguieron aguantar el frío pero se salvaron de la lluvia, leyó el nombre de su sucesora. Lucía García Suárez fue inmediatamente abrazada por todas sus compañeras, por lo que no se la pudo ver en varios minutos. Después, ya con la corona impuesta por Teófila Martínez, la capa y con traje negro de plumas, aseguró que su predecesora se lo ha puesto muy difícil y ha dejado el listón muy alto. “Pero lo haré lo mejor posible”, aseguró como declaración inicial de su reinado. Tiene un año por delante para demostrarlo y seguro que lo hará.