
Cuando el tema tan recurrente de los recortes no aburre sino que además convence y divierte, es que has dado en el clavo. Eso fue lo que ocurrió ayer con la chirigota ‘Los recortaos’ de Kike Remolino, que con un tipo que aunó a la perfección la gracia y la reivindicación, dejó claro que peleará por estar en lo más alto. El repertorio, lleno de golpes desde el principio hasta el final, fue la gran apuesta de un grupo que abandonó uno de sus fuertes de las últimas ediciones, que era la elaborada puesta en escena, para quedarse con la esencia y el arte en estado puro. La actuación de ayer rozó la perfección, respaldando una gran presentación y un completo popurrí, con dos buenas letras de pasodobles y dos cuplés de altura para la fase en la que nos encontramos.
Otra chirigota, en este caso, la de Lupo y compañía, fue la gran sensación de la segunda parte de la función. El musical de Grease lució en su versión más gaditana con un tándem de lujo, siempre arropado por veteranos chirigoteros, que hizo reír al respetable a pesar de ser las dos de la madrugada. Sin duda, el popurrí fue lo más destacado de una actuación brillante.
La noche mantuvo un nivel medio en la modalidad de comparsas, con las actuaciones de ‘Ropita tendía’, ‘Los trapecistas’, ‘Tu reflejo’ y ‘Los asaltacunas’, casi todas posibles candidatas a acceder a la siguiente fase, al igual que el cuarteto ?Aquellos maravillosos años luz?.
La cruz de la sesión, el coro ‘El teatro de verano’ y la chirigota ‘Por culpa de los recortes…’.