Uno está en el cine viendo una comedia de segunda fila y viene a dar la casualidad de que ese día está en la sala el Club de Fans de Jim Carrey. Al salir, aún enjugando las lágrimas de risa, se tiene la sensación de haber visto un peliculón. Pasan los años y una tarde de domingo reponen aquella misma película en la tele. Y allá que se sienta uno con sus padres, que no la han visto, para disfrutar de una tarde de carcajadas. Pero la cosa no funciona. Falta algo. Las mojigangas del esforzado Jim ya no le hacen gracia a nadie.
El que, sin formar parte del escuadrón de incondicionales de ninguna agrupación, asistiera ayer al espectáculo del Falla y vea hoy en Onda Cádiz la repetición de la jugada seguramente sienta una sensación parecida.
Por la respuesta del público, la de anoche fue una función de grandísimas chirigotas. Hasta tres de las cuatro que desgranaron sus repertorios sobre las tablas recibieron acalarodos gritos de «¡Chirigota, chirigota!» al concluir sus actuaciones, durante las cuales las carcajadas fueron prácticamente continuas. La primera en conseguir tamaño éxito fue la chipionera ‘Los que no se jartan de choppe’. Las otras dos provenían de la provincia de Sevilla. ‘Los que salieron huyendo por la que está cayendo’, antiguos ‘Herederos del Conde de Salvatierra’ son ya unos clásicos en esto de contar de antemano con un buen puñado de risas enlatadas. ‘Los prometíos’ también se llevaron sus oportunos vítores. El coro de Julio Pardo fue lo más destacado de una sesión en la que el público parecía más pendiente del horario de su autobús que de la calidad de las actuaciones.