‘Los Gipsy Scream’ se han quitado “la espinita”. Sufrían los rigores del Concurso, del Carnaval. Aparecían el primer día, rompiendo el hielo, con la pesadísima losa de los Daddy y un repertorio por debajo del nivel habitual debido a los compromisos laborales de sus últimos autores. Gustaban (de ahí el pase) pero no encandilaban ni ellos mismos disfrutaban. Ello ha cambiado este lunes en cuartos. Han aprovechado las oportunidades del tipo para enganchar a la gente y que las letras entren con mayor facilidad.
Sergio Caro, ‘Yeyo’, ‘el niño del ukelele’, apuntaba el cambio de chip. “El primer día estábamos tensos. Siempre nos ocurre, nos cuesta arrancar. Pero hoy hemos estado mucho más sueltos. Veníamos para eso, para hacer el tonto. Lo hicimos y nos divertimos”. En su estreno les pesó “que el repertorio llegó tarde y no pudimos trabajarlo lo que quisimos, estaba un poco verde”. Ahora “hemos cambiado varias cosas en la presentación, y los dos cuplés son nuevos, además del segundo pasodoble. Ya teníamos más confianza”.
“Nos encanta eso. Ensayamos mucho durante el año pero luego en el Concurso nos gusta meter los chistecitos nuevos que nos van surgiendo“. Ellos se divertían y provocaban el necesario efecto reflejo en el espectador. Se sacudían además la presión de los Daddy, aunque Yeyo le resta importancia. “Si traes un buen repertorio, ese supuesto peso en la espalda no importa tanto”.
Han dado un paso de gigante para estar en semifinales, algo que no tenían nada claro en su debut. No es fácil. Sólo lo han conseguido en dos ocasiones, en las dos últimas: ‘Una corrida en tu cara’ y ‘Los Daddy Cádiz’. “Es imposible saberlo, porque el nivel de las chirigotas es altísimo y habrá muchas sorpresas en el veredicto“. Aunque ahora se dice con una sonrisa. Esto ha cambiado.